Una cirugía le dio esperanzas en la lucha contra la diabetes

Una cirugía le dio esperanzas en la lucha contra la diabetes

Omar Carlevalli se siente más joven. Una cirugía bariátrica lo hizo perder peso, le normalizó el nivel de azúcar y dejó de hacer dieta y de tomar remedios.

SOY FELIZ. Carlevalli se siente bien y recuperó las ganas de hacer cosas. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA (ARCHIVO) "SOY FELIZ". Carlevalli se siente bien y recuperó las ganas de hacer cosas. LA GACETA / FOTO DE HECTOR PERALTA (ARCHIVO)
01 Septiembre 2013

En octubre de 2011 Omar Carlevalli les contó a sus amigos de Salta que en Tucumán le iban a hacer una operación para bajar de peso y para curarlo de la diabetes tipo 2. Todos soltaron una carcajada: "¿Cómo? ¿vos no tenés obra social y te vas a ir a hacer sacar plata con los tucumanos...? ¡No seas ingenuo, hermano! Entendé que la diabetes no se cura...", insistió uno del grupo, según contó el propio Carlevalli a LA GACETA.

Nada lo hizo cejar en su propósito. Se despidió de sus empleados en el campo que tiene en Salta (se dedica a la venta de madera), y se hizo todos los estudios preoperatorios. El 6 de noviembre de aquel año ingresó al quirófano del Sanatorio Rivadavia. El doctor Ricardo Vega, con la colaboración de los doctores Juan Cruz Yalour y Héctor Laguna le realizaron un tratamiento quirúrgico de adaptación intestinal (una especie de cirugía bariátrica).

"Fue un éxito. A los ocho días me hicieron análisis, y tenía todos los valores normales ¡incluso el de azúcar en sangre! No lo podía creer porque jamás había logrado bajar el índice de azúcar, a pesar de hacer dieta y de seguir todas las recomendaciones médicas durante casi dos años. Desde entonces jamás me volvió a subir la glucosa y eso que no me privo de nada: como de todo. También dejé de tomar las pastillas para la diabetes... No pruebo ni una aspirina porque me siento muy bien. Bajé los 28 kilos que tenía de sobrepeso: mido 1,79, pesaba 108 kilos y ahora me mantengo en 80. Estoy contento porque tengo 60 años y estoy viviendo como en mis mejores épocas de los 40. Siento que retrocedí 20 años en mi vida...", narró Omar siempre sonriente y sin perder su tonada cordobesa, pese a que hace más de 25 años que se radicó en Tucumán y vive viajando por el norte del país.

- ¿Qué lo llevó a hacerse operar? ¿Por qué estaba tan seguro de que un tratamiento quirúrgico para adelgazar también lo iba a curar de la diabetes tipo 2?

- Ya tenía información la manga gástrica -un tipo de cirugía bariátrica- normalizaba el índice de azúcar en sangre en algunas personas con diabetes tipo 2 (no insulinodependientes). No en todos. Tengo varios médicos amigos, entre ellos doctor Ricardo Vega, que ya la había operado con éxito a su suegra y también al padre del doctor Laguna.

- Ellos lo convencieron...

-¡Para nada! Un día estábamos en Tafí del Valle y comencé a sentirme mal. El azúcar me había subido a 300. Ahí nomás le dije: Ricardo, operame... Y empecé a prepararme para la cirugía. Sólo el enfermo de diabetes sabe lo que es luchar contra esta enfermedad. La dieta y la toma de medicamentos es tediosa porque a veces ni con dieta, pastillas y caminatas se logra bajar el azúcar. Estoy acostumbrado a caminar kilómetros en el campo, en medio del monte porque también me gusta cazar. Pero me debía cuidar para no lastimarme, para no pincharme los pies con alguna espina... Era una tortura y, encima, vivía cansado. Me costaba dejar la cama. Ahora soy feliz: como pan casero que tanto me gusta, no me privo de nada y me siento bien porque ya no soy diabético.

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