El PJ procura disimular la interna hasta octubre

El PJ procura disimular la interna hasta octubre

Los roces entre alperovichistas y amayistas que resurgieron luego del magro resultado electoral se trasladarán a la Legislatura y al Concejo Deliberante

15 Agosto 2013
Desde los ojos del peronismo, la capital se asemeja -por estas horas- a un territorio devastado por el ejército enemigo, luego del empate técnico con sabor a derrota que obtuvo el Frente para la Victoria (FpV) en manos del Acuerdo Cívico y Social (ACyS). Ambos espacios promediaron el 34 % de los votos emitidos.

La batalla librada en los 22 circuitos electorales de la capital dejó un tendal de "caciques" alperovichistas y amayistas con profundas heridas y con recelos entre sí. El pase de facturas fue mutuo y la relación entre los dos sectores justicialistas de la capital dejó de ser sólo distante. El alperovichismo decidió pegar primero a través de las críticas del interventor de la Caja Popular, Armando Cortalezzi, quien deslizó que el amayismo había "jugado al quedo" durante el comicio. Fue el propio intendente, Domingo Amaya, quien recogió el guante y salió a responderle duramente. "Qué Cortalezzi deje de pelearse en la calle y trabaje", lanzó el martes jefe municipal. Ese mismo día, el concejal Germán Alfaro había dicho que el gobernador José Alperovich no estaba en condiciones de pelear por otra reelección. Luego del entredicho, fue el propio mandatario provincial el que tuvo que interceder para calmar las turbulentas aguas. Según comentan en el alperovichismo, antes de viajar a Israel, Alperovich bajó un mensaje: hay que mantener a la tropa unida, por lo menos hasta el 27 de octubre. "El gobernador nos dijo: muchachos después de octubre hagan lo que quieran", confió por lo bajo un alperovichista con acceso directo a su despacho de la Casa de Gobierno. El mismo discurso fue trasladado hacia el amayismo pero en boca del ministro de Seguridad, Jorge Gassenbauer. Desde la Casa de Gobierno pretenden que el oficialismo de la capital llegue a los comicios de octubre con la menor cantidad de magullones posibles, o bien que se noten lo menos posible.

Solamente pasaron cinco días de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del domingo y la disputa territorial entre los "coroneles" amayistas y alperovichistas de la capital está al rojo vivo. Como ocurrió en otras oportunidades, la pelea por los espacios de poder dentro del peronismo promete trasladarse hacia la Legislatura provincial y hacia el Concejo Deliberante capitalino. La contienda será más visible en el Concejo, a raíz de que allí es más pareja la composición de amayistas y alperovichistas. En total son cinco los ediles que responden directamente al intendente Amaya: Alfaro, Christian Rodríguez, José Franco, Eloy del Pino y Oscar Cano.

En tanto que en la Legislatura, el jefe municipal sólo cuenta con dos "soldados": Beatriz Ávila y Alfredo Toscano. Inicialmente, el amayismo contaba con Alfredo Quinteros -llegó a la banca a través del acople que encabezó Alfaro- pero este se convirtió al alperovichismo a los pocos meses de asumir. La bancada del PJ en el Concejo Deliberante está integrada por 13 ediles oficialistas (cinco amayistas y ocho alperovichistas). Si se produjese una ruptura de bloque, el papel de los cinco concejales opositores será fundamental a la hora de inclinar una votación para uno u otro sector. No obstante, los ediles Claudio Viña (FR), Sandra Manzone (Coalición Cívica-ARI), Roberto Ávila (POR), José Luis Avignone (UCR) y Roque Mendía (UCR) aún mantienen su diferencias con el oficialismo y lo dejaron en claro a la hora de votar en el recinto.

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