España aumenta la presión sobre Gibraltar

España aumenta la presión sobre Gibraltar

Madrid controla lentamente el paso fronterizo e impone una tasa para el cruce en la colonia británica, afectando los vuelos directos. Londres se niega a discutir la soberanía, reclamada desde 1713. Preocupación de Cameron. Un regreso a la estrategia de Franco

LA ROCA DE LA DISPUTA. España podría cerrar su espacio aéreo a aviones rumbo al aeropuerto de Gibraltar.  REUTERS LA ROCA DE LA DISPUTA. España podría cerrar su espacio aéreo a aviones rumbo al aeropuerto de Gibraltar. REUTERS
06 Agosto 2013
LONDRES.- La relación entre el Reino Unido y España se resquebrajó nuevamente en relación al enclave de Gibraltar, la colonia británica caracterizada por su peñón sobre el mar Mediterráneo y cuya soberanía reclama el Estado ibérico desde que fue ocupada por ingleses en 1713. La Roca, como se la conoce, es uno de los 16 territorios no autónomos bajo supervisión del Comité de Descolonización de las Naciones Unidas (ONU). Tiene seis kilómetros cuadrados, en el que actualmente viven cerca de 30.000 personas.

Desde el mes pasado, miles de ingleses que vuelan en directo desde su país hacia ese territorio para disfrutar de las playas del sur español, quedan demorados por hasta nueve horas en el paso fronterizo por lentos registros, ingreso que ahora pasaría a ser gravado con U$S 66,5 cada vez.

El anuncio de que se estudia imponer una tasa limítrofe fue hecho por el ministro de Relaciones Exteriores español, José Manuel García-Margallo, quien agregó que se evalúa cerrar el espacio aéreo a aviones que utilizan el aeropuerto del territorio británico y controlar lo que calificó de irregularidades fiscales de los gibraltareños con propiedades en España. Las medidas servirán "para evitar el contrabando, los tráficos ilícitos y el blanqueo de dinero", aseguró.

El primer ministro británico, David Cameron, está "seriamente preocupado" por el tributo, según su oficina. "Estamos buscando una explicación (del Gobierno español) acerca de las informaciones de que podría aplicar nuevas medidas en torno a Gibraltar", se agregó. Por ello, se llamó a consulta al embajador de España en Londres, Federico Trillo.

Meses atrás, hubo cruces diplomáticos por la prohibición británica de que barcos españoles pesquen cerca de las aguas del peñón; y hace 10 días Madrid se quejó por la colocación de unos bloques de hormigón en la zona que dificultarían la navegación, ante la excusa inglesa de que se quiere crear un arrecife artificial que incremente la biodiversidad. Las autoridades británicas expresaron en junio su "preocupación por los retrasos innecesarios" en la frontera, mientras que el Gobierno de Gibraltar acusó a España de que los trámites eran una "tortura". Gran Bretaña ha dicho en reiteradas ocasiones que no cederá en cuanto a la soberanía de la zona en disputa, pese a los reiterados pedidos de la ONU.

Propias de dictadores

El ministro principal de Gibraltar (jefe de Gobierno), Fabián Picardo, calificó de "amenazas" de España sus planes sobre el peñón y los comparó con actitudes de regímenes dictatoriales. "Es lo que uno escucharía de Corea del Norte y no de un socio en la Unión Europea (UE). Es como si se estuviera escuchando la política de Francisco Franco de los 50 y 60, la que creíamos que nunca volvería", agregó. William Dartmouth, del Partido para la Independencia británica de la UE, acusó al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, de provocar una disputa para distraer la atención del escándalo de corrupción en el Partido Popular y de la crisis económica.

La Comisión Europea recordó que "Gibraltar no pertenece al espacio Schengen", que impide controles fronterizos dentro de la UE, lo que le permite fiscalizarlo a España aunque en forma proporcionada. (Reuters-Télam)

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