El chiquito a la caza

El chiquito a la caza

Los Reginato, Miguel y Andrés, tendrán una dura pelea en la A-7.

A TODA VELOCIDAD. Reginato pasó raudamente por el cruce del río. El puntero del Rally de Graneros es amante de dar espectáculo para la gente en cada carrera. A TODA VELOCIDAD. Reginato pasó raudamente por el cruce del río. El puntero del Rally de Graneros es amante de dar espectáculo para la gente en cada carrera.
07 Julio 2013

Arriesgar un apellido que saldrá victorioso en la clase A-7 ya era fácil desde la largada simbólica. Los tres Reginato, Miguel, padre e hijo, y Andrés fueron los únicos que corrieron. Con "Miguelito" fuera de la ecuación luego del primer especial porque se rompió el motor del VW Gol, todo quedó reducido a dos del clan fierrero

"Sí, sí", insistió Reginato. "Voy a salir a acelerar sino el chiquito me caza en el acto", dijo entre risas Miguel. ¡Y cuánta razón! Si el chiquito, es decir Andrés, pone quinta a fondo puede sin problemas pulverizar los 5"3/10 que su papá le sacó. "En la primera vuelta salimos muy tranquilos, tal vez demasiado. En la segunda, dijimos con Andrés: 'vamos a acelerar'", afirmó Miguel, que fue el que más a pecho se lo tomó y, progresivamente, subió puestos. 

"Seguramente seguiremos peleando segundo a segundo, que es lo que corresponde. Ganará el que mejor haga las cosas", analizó el líder de la familia. Sin embargo, Andrés tiene otra teoría. "Lo que pasa es que mi preparador le da un mejor auto al viejo", tiró Andrés. El piloto del Renault 18 de las mismas características del de su padre era consciente que Alberto Caram, el preparador de ambas máquinas, estaba a su lado. La broma de Andrés le sacó una mueca de sonrisa a Caram. "Verdaderamente, sea quien sea el que gane, la conformidad es la misma. Lo único que lamento es que no haya más autos en competencia", apuntó el campeón de la clase.

Su padre también tuvo la misma percepción, pero sin embargo intentó verle el lado positivo al presente, pobre en cuanto al parque de máquinas se refiere. "Es reconfortante vivir una situación así en la que tanto padre e hijo puedan estar en el segundo de diferencia", explicó con orgullo.

"Hay una crisis económica que no se puede decir que no afecta al automovilismo. A nosotros nos está costando sangre, sudor y lágrimas. Hay que ponerle el hombro a esta dirigencia, seguramente hará las cosas muy bien. Acá hay que pasar el mal momento; siempre existieron y existirán", sentenció el puntero de la jornada.

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Oyola se entusiasma
Viene marcando el rumbo en la clase N-1 y sumándose a la batalla con autos más potentes. Mauricio Oyola, que representa a Graneros, es consciente de su buen rendimiento en lo que va del campeonato y por eso se entusiasma. "Tengo muchas ganas de terminar en el podio de la general y, por qué no, ganar", reconoció el piloto del VW Gol.

A Oyola no le fue fácil llegar hasta el lugar que pretende conservar hoy también, cuando se corran los últimos cuatro especiales y el superprime. "En la primera pasada de Graneros-Los Cincos hice un trompo entrando al río y perdí como 15", se lamentó Oyola. El ingreso al río "traicionó" al piloto que dio su diagnóstico sobre qué pasó. "Hay un desnivel en el suelo y hace que el auto se vaya", describió.

Nieva y Del Campo sonríen
En el primer especial Gabriel Nieva fue el más rápido. Con un VW Gol de la clase A-6 pasó a todos los autos superiores, incluido el único integral. "El rally te da este tipo de alegrías: con un auto de 20 caballos menos, podés ganarle a otro piloto manejando y con una buena hoja de ruta", afirmó el taficeño.

Otro que terminó conforme, pese a que compite en soledad en la N-6 es Fernando Del Campo. En su segunda carrera como piloto, sigue buscando lo que quiere encontrar. "Todavía no tengo el ritmo, pero me estoy divirtiendo. Graneros, aparentemente, es una carrera fácil, pero no lo es. El auto terminó bien y quiero conservarlo así", explicó Del Campo.

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