Eduardo Robinson - Economista
Hoy los principales lineamientos económicos en Argentina pasan por: prohibición para ahorrar en moneda extranjera, trabas a las importaciones, retenciones a las exportaciones de productos agropecuarios e hidrocarburos, recargos para la adquisición de paquetes turísticos al extranjero, acuerdos o congelamientos de precios para productos de consumo masivo, controles para efectivizar su cumplimiento y un blanqueo para introducir divisas en el circuito formal sin tener en cuenta la legalidad de su origen. Es claro que no alcanzan los dólares y que la inflación no es un problema menor.
¿Cuál es el propósito de este conjunto de medidas?, ¿hacia dónde se orientan? Subsanar la escasez de dólares. Sucede que en los últimos años se fue incrementando la demanda de esa moneda, tanto desde el sector público como del privado. En efecto, el Estado necesita dólares, básicamente para importar energía, mientras que desde el sector privado la exacerbada demanda se explica en el hecho de que se trata de preservar el poder adquisitivo. Esto pasa porque el público ve en el dólar un refugio dado el permanente deterioro al que está sometido el peso. No es que haya fanáticos demandantes de la divisa, sino que la moneda argentina pierde valor y ante la evidente escasez, entienden que con el correr de los meses se profundizarán las restricciones y se encarecerá el dólar. Por lo tanto, procuran usarlas lo antes posible, por ejemplo, no postergando viajes al extranjero.
¿Sucede algo similar en las principales economías de la región? No. Porque si bien el contexto internacional que enfrentan las economías de América latina es el mismo, las condiciones macroeconómicas vigentes en los países son diferentes. En la última década todos los países de la región, mejoraron sus cuadros fiscales y sus balances externos debido a las muy favorables condiciones para sus exportaciones. Así, por ejemplo, si se considera la inflación promedio entre 2003 y 2012 en las economías de América latina, en Argentina la cifra que publica el Indec arroja el 8,7%, en Brasil fue del 5,9%, en Chile 3,2%, en Uruguay 7,6%, en Colombia 4,6%, en Perú 2,9% y en Venezuela 23%. Claro que en el caso argentino, la inflación oficial está lejos de reflejar la realidad del movimiento de precios. De lo contrario, no habría avidez por dolarizarse.
Asimismo, al considerar el crecimiento del Producto Bruto Interno, Argentina alcanzó el 7,2%, Brasil 3,6%, Chile 4,7%, en Uruguay 5,2%, en Colombia 4,7%, Perú 6,5%, Venezuela 5%. Como puede verse, todos los países de la región crecieron y las tasas de inflación fueron muy moderadas, a excepción de Argentina y Venezuela, aun considerando las cifras oficiales.
Si se toma en cuenta la percepción de riesgo, medido por el riesgo país, que muestra la tasa a la cual podría emitir bonos un país comparado con el riesgo de un bono emitido por EEUU, en promedio la región estaría pagando un 4%. Este indicador, establece que en el supuesto de que Argentina vuelva a los mercados de crédito internacionales pagaría un 12%. Es decir una sobre tasa de riesgo que dos veces por encima del promedio. Por ejemplo, el riesgo país de Brasil es del 2%, el de México 1,8%. Es claro que, pese a enfrentar situaciones internacionales iguales, Argentina y Brasil en este caso, tienen muy diferentes percepciones de riesgo.
En relación a los tipos de cambio, si bien las monedas de América latina han tendido a fortalecerse en relación al dólar, en Argentina sobrevuela el fantasma de la devaluación. Así, a principios del año, el real brasileño cotizó en promedio a 2,30 por dólar, mientras que en el mismo período de 2003 se encontraba en 3,41. En Argentina en el primer mes de 2003, el dólar costaba 3,25, mientras que al comenzar 2013, de acuerdo con la cotización oficial, un dólar costaba $ 4,95 y en la cotización paralela, $ 8. En Chile, el dólar a comienzo de año costaba 473 pesos chilenos, mientras que una década atrás costaba 723 unidades de la moneda chilena. Es decir, la tendencia a la desvalorización del peso en relación al dólar es muy marcada. Nuevamente, este es un claro síntoma de la falta de dólares. No sucede esto en los demás países donde la entrada de capitales tiende a apreciar las monedas domésticas y el problema, por lo tanto, es a la inversa. Los bancos centrales compran dólares para evitar un fortalecimiento de las monedas y evitar encarecer las exportaciones.
El crecimiento del producto en América latina fue en promedio del 3,17% y de a acuerdo con datos oficiales alcanzó en Argentina fue del 2,6%. Con el mismo contexto internacional. Argentina limita las importaciones de los países limítrofes, juega al límite de las prohibiciones establecidas por la OMC (Organización Mundial de Comercio), esta políticas son resistidas por Brasil y Uruguay. De los cuatro socios del Mercosur el que menos carne vacuna el año pasado fue Argentina. Brasil, exportó 1,3 millones de toneladas de res con hueso, Uruguay, 350.000, Paraguay 210.000, y la Argentina 183.000.
Las proyecciones indican que las condiciones internacionales, seguirán estimulando el crecimiento en América Latina. Los precios de los commodities se mantendrán elevados y las tasas de interés bajas. Sin embargo, las diferencias para aprovechar o no las condiciones externas depende en gran medida de la calidad de las políticas públicas internas. En este contexto, el principal desafío para la región en general, y para Argentina en particular es construir una base sólida que permita un crecimiento sostenido en el futuro.
Crecimiento
Expansiones distintas
Según Finsoport, los países de la región han alcanzado mayores tasas de expansión que la Argentina durante el año pasado -con excepción de Brasil-. Chile, Ecuador, Perú, Uruguay y Venezuela duplicaron la tasa de crecimiento de la Argentina durante el último año. Esa comparación regional revela que, frente al mismo escenario
internacional, nuestro país mostró mayores dificultades para incrementar sus niveles de actividad en relación al resto de América latina", indica.
Políticas locales
Instrumentos propios
La comparación de las dinámicas de algunos de los países de la región
revela que los problemas económicos de la Argentina no se originaron sólo en factores externos sino en los propios errores de diagnóstico y de implementación de la política local, dice Finsoport. Como consecuencia de eso, los indicadores sociales del país no han logrado mejorar en los últimos años. Por caso, la tasa de desempleo es la más elevada entre los principales países de la región, con casi 8%.
Fuera del mundo
Los flujos internacionales
Argentina se encuentra prácticamente fuera de los flujos internacionales de capitales. Más aún, en el resto de los países -con la excepción de Brasil-, la continuidad del flujo de ingresos netos de capitales determinó, pese a la baja de las exportaciones, una caída de los respectivos tipos de cambio nominales. En esos países, el canal financiero actuó -vía apreciación del tipo de cambio real- en desmedro del crecimiento económico y, aún así sus PBI crecieron más que el argentino.
Diagnóstico
Causas y efectos
Con sus matices, las distintas experiencias de la región muestran que, frente a un escenario externo de crisis en los países desarrollados, algunas naciones latinoamericanas han logrado continuar con sus dinámicas de crecimiento y de mejoría en los indicadores sociales. A contramano, la Argentina busca justificar en causas externas un declive económico originado exclusivamente en factores internos, sostiene Finsoport.
Menos ingresos
Divisas de comercio externo
En un contexto de menores ingresos de divisas debido al declive del superávit comercial, el Gobierno optó por intentar ralentizar la demanda de dólares, a partir de controles. Así se deterioró el stock de reservas. En un escenario de elevada liquidez externa (a bajo costo), diversos países optaron por incrementar su deuda externa con el objetivo de no resentir el proceso de crecimiento económico ante el declive de las divisas del comercio exterior, indica Finsoport.
Cobertura
Brasil cuida al real
Brasil anunció que eliminará un impuesto a los derivados en moneda extranjera, en la más reciente medida para remover controles de capital y limitar la caída de la moneda local que está en mínimos de cuatro años. La tasa de impuestos era de un 1%. La medida se anuncia en un momento de fuerte depreciación del real, que llevó al Banco Central a intervenir en el mercado cambiario cuatro veces con subastas de contratos de swaps tradicionales, según Reuters.
Inflación
El factor precios
Otro elemento diferenciador en la región es la elevada tasa de inflación que ha caracterizado a la economía de la Argentina por más de un lustro. Por el contrario, mientras que nuestro país registró una inflación promedio mensual cercana al 2% en los últimos meses, el resto de los países de la Región alcanzó medias inferiores a
1%. Además, esa asimetría regional invalida otro argumento utilizado por el Gobierno respecto de los orígenes externos de la elevada inflación local.
Medidas
"Encajes" en Uruguay
El Gobierno de Uruguay tomó medidas para mitigar la apreciación de su moneda frente al dólar incluyen la fijación de un "encaje" del 50% sobre el monto de títulos del Tesoro en pesos que compren inversores extranjeros, a partir de julio, entre otras disposiciones. Según la agencia DPA, el objetivo es desalentar el ingreso de capitales "especulativos" al país, que llegaron en cantidades significativas después de que Uruguay recuperó el grado de inversión.