09 Mayo 2013
ESA MIRADA... India (Mia Wasikowska) escruta a su madre (Nicole Kidman) en pleno funeral del jefe de la familia. Así comienza la historia.
El estreno de "Lazos perversos" en la pequeña cartelera tucumana es una muy buena noticia. Ofrece la oportunidad de ver el debut hollywoodense de un director consagrado en una cinematografía -la surcoreana- reservada para inquietos buceadores de la web. Chan-wook Park recogió el guante y filmó esta película de suspenso colmada de homenajes a Alfred Hitchcock.
Aquí, como en "La sombra de una duda", hay un tío Charlie obsesionado por su sobrina, pero más allá de los paralelismos argumentales lo que resalta es la tensa construcción dramática. Park homenajea al maestro de punta a punta por medio de la utilización de la música de Clint Mansell y de la volátil fotografía de su coterráneo Chung-hoon Chung. Esas perlas formales invitan a ver y a disfrutar "Lazos perversos" en pantalla grande.
Claro que los fans de Park, al que muchos descubrieron a partir de su exitosa "Old boy", también recibirán la cuota de sangre y de violencia.
El cine de Park precisa un saludable esfuerzo de concentración. Un gesto, un clima, pueden ser claves para entender lo que realmente está pasando en el universo de la familia Stoker (¿tendrá algo que ver que Bram Stoker haya sido el autor de "Drácula"?).
La historia se dispara cuando muere el padre de India (Mia Wasikowska), el único ser con el que ella podía conectarse en profundidad. Para acompañar en el duelo a la viuda (Nicole Kidman) entra en escena el apuntado Charlie (Matthew Goode). India ignoraba la existencia de su tío, con el que establecerá un peligroso juego de atracciones y rechazos.
Es el planteo que formula Wentworth Miller, un conocido actor de TV que se sacó la grande cuando consiguió que Park le sacara brillo a su guión.
Wasikowska es el vértice más sólido del triángulo actoral. Versátil a más no poder, Wasikowska no para de trabajar. Y en buenos proyectos. Fue la Alicia de Tim Burton y la Jane Eyre de Cary Fukunaga, y pronto beberá de otro clásico: Madame Bovary, en versión de Sophie Bartes y acompañada por Ezra Miller y Paul Giamatti. Más: este año se la verá en una película de Jim Jarmusch. En el Hollywood de hoy son escasas las actrices capaces de hablar con la mirada. Wasikowska es capaz de gritar o de susurrar desde lo más profundo de sus ojos.
De Nicole Kidman se aguarda su interpretación de Grace Kelly (estreno fijado para noviembre). En "Lazos perversos" se ajusta a un papel hecho a su medida. El tercero en discordia -Matthew Goode- es la figura central de la esperada película de Ridley Scott para la TV sobre los secretos del Vaticano.
Aquí, como en "La sombra de una duda", hay un tío Charlie obsesionado por su sobrina, pero más allá de los paralelismos argumentales lo que resalta es la tensa construcción dramática. Park homenajea al maestro de punta a punta por medio de la utilización de la música de Clint Mansell y de la volátil fotografía de su coterráneo Chung-hoon Chung. Esas perlas formales invitan a ver y a disfrutar "Lazos perversos" en pantalla grande.
Claro que los fans de Park, al que muchos descubrieron a partir de su exitosa "Old boy", también recibirán la cuota de sangre y de violencia.
El cine de Park precisa un saludable esfuerzo de concentración. Un gesto, un clima, pueden ser claves para entender lo que realmente está pasando en el universo de la familia Stoker (¿tendrá algo que ver que Bram Stoker haya sido el autor de "Drácula"?).
La historia se dispara cuando muere el padre de India (Mia Wasikowska), el único ser con el que ella podía conectarse en profundidad. Para acompañar en el duelo a la viuda (Nicole Kidman) entra en escena el apuntado Charlie (Matthew Goode). India ignoraba la existencia de su tío, con el que establecerá un peligroso juego de atracciones y rechazos.
Es el planteo que formula Wentworth Miller, un conocido actor de TV que se sacó la grande cuando consiguió que Park le sacara brillo a su guión.
Wasikowska es el vértice más sólido del triángulo actoral. Versátil a más no poder, Wasikowska no para de trabajar. Y en buenos proyectos. Fue la Alicia de Tim Burton y la Jane Eyre de Cary Fukunaga, y pronto beberá de otro clásico: Madame Bovary, en versión de Sophie Bartes y acompañada por Ezra Miller y Paul Giamatti. Más: este año se la verá en una película de Jim Jarmusch. En el Hollywood de hoy son escasas las actrices capaces de hablar con la mirada. Wasikowska es capaz de gritar o de susurrar desde lo más profundo de sus ojos.
De Nicole Kidman se aguarda su interpretación de Grace Kelly (estreno fijado para noviembre). En "Lazos perversos" se ajusta a un papel hecho a su medida. El tercero en discordia -Matthew Goode- es la figura central de la esperada película de Ridley Scott para la TV sobre los secretos del Vaticano.
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