Con los maestros se aprende más allá de la partitura

"Empecé tarde, a los nueve. Para el piano a esa edad ya se es relativamente grande", declara Liza Chung sin dejar de sonreír. Se refiere a los comienzos de su romance con las teclas, en la Escuela Moderna de Música de Santiago de Chile. La joven pianista coreana, que realizó numerosas presentaciones en Europa y Estados Unidos, tocará hoy por primera vez en Tucumán junto a la Orquesta Sinfónica de la UNT. Ella dialogó con LA GACETA junto al director de la agrupación, el maestro Ricardo Sbrocco.

"En el contacto con los grandes maestros no sólo se aprende a través del instrumento, porque si tienes un cierto nivel y estás con buenos compañeros, eso se logra. Lo esencial es el amor a la música y la comprensión, y lo que va mucho más allá de la partitura. Son clases que al final no se dan sólo en el piano sino también en la charla", señala Chung.

- ¿Tenés alguna especialidad en la interpretación?

- LC: me queda bien lo clásico romántico, pero he hecho contemporáneo y moderno también. Trato de hacer de todo. Creo que todavía tengo tiempo para aprender, y en unos años más quizás me especialice, porque el piano tiene un repertorio tan inmenso... Tengo la suerte de poder hacer todo; además toco de solista, y también hago mucha música de cámara que, para mí, es crucial.

- ¿Con quiénes hacés música de cámara?

- LC: con mucha gente. No tengo un grupo estable. Por ahora no me interesa tenerlo. Voy viajando y armando acuerdos para tocar con distintos grupos.

- ¿Podés hablar de tus preferencias o afinidades musicales?

- LC: como dicen muchos músicos: me gusta lo que estoy tocando ahora. Como tengo muchos conciertos voy cambiando. Creo que después de haber tocado mucho repertorio y de muchos géneros, a pesar de que cada música tiene su característica -del compositor o de la época- es música igual. Lo más importante es interpretar, poder entender el concepto que quiso transmitir el compositor y plasmarlo en el sonido.

- ¿Qué podemos decir del Concierto N° 3 de Beethoven?

- RS: es una obra un tanto bisagra en la obra de Beethoven. Los dos primeros están mucho más emparentados con el estilo clásico (con Mozart). Acá se sale un poco de ese molde. Para mí el 3 y el 5 son los más logrados. Es cuestión de gustos...

- LC: a mí me gusta también el 4; es muy distinto al 3 y al 5.

- RS: Beethoven tenía 30 años cuando compuso el N° 3 (es de 1800); ya empezaba su problema de sordera, y él a asumir que ese sería su destino. A pesar de ello mantiene cierta frescura, cierta alegría, que se trasluce en la música. Sobre todo el final -tararea y no duda- ...es el concierto que más me gusta.

- Para la segunda parte también se eligió el N° 3, pero es una sinfonía de Schubert...

- RS: los dos compositores estuvieron muy vinculados; no sólo eran contemporáneos (Beethoven le llevaba 26 años a Schubert). Se vieron una sola vez, cuando Beethoven estaba a punto de morir. Schubert tenía 18 años cuando compuso la sinfonía. Eran dos personalidades completamente distintas. Mientras a Schubert las melodías le fluían con una naturalidad tremenda, para Beethoven todo era trabajoso, le costaba más, corregía mucho. Incluso hay obras que Schubert escribía con tanta facilidad que luego ni él mismo las reconocía como composiciones propias, porque le surgían en el momento y se olvidaba. En lo que los dos coinciden es que están en ese punto de inflexión entre finales del clasicismo y el romanticismo. En ese sentido, el de esta noche es un programa es muy homogéneo. La sinfonía es ágil, fresca; además se trata de un estreno, porque la 3 nunca se tocó en Tucumán. Durante los ensayos yo me sentí muy cómodo. Además, Liza Chung es muy buena, muy expresiva, logra un hermoso sonido.

ESTA NOCHE

• A las 22 en el teatro Alberdi (Jujuy y Crisóstomo Álvarez).