La mujer del amor exacto
Este día no debería celebrarse. Creo que, en pos de la igualdad, no debería siquiera existir, con el perdón de esta tapa y de las páginas siguientes. Si sirve de excusa para homenajear a alguien, bienvenido sea. Pero, ¿a quién? Se me amontonan mujeres en la cabeza: amas de casa, políticas, poetas, juristas, militantes, jubiladas, periodistas, desaparecidas... Probablemente resaltarlas a ellas sea una redundancia. Porque claro, muchas ya fueron reivindicadas.

Entonces, mejor comenzar desde el principio (mío y, a través de él, el de ustedes). Sí, mi primera mujer. No quiero ser cursi, embadurnar la página ni caer en lugares comunes. Pero, probablemente lo haga (están advertidos). Sí, mi mamá es la primera que conocí y por lejos sigue siendo la mejor. Muchos de ustedes deben pensar que la suya lo es y tiene que ser así. La mía es exacta para todo, como su ciencia (la matemática). El abrazo exacto, las palabras exactas y el amor exacto.

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