Al taller de Robles entran chatarras y salen obras de arte

Con buen asesoramiento podés tener una bicicleta acorde con tus sueños y no gastar plata de más. Esta suele ser la opción más conveniente. Lo primero que hay que saber es para qué la vas a usar. Para algunos, lo que importa es "la pinta".

AL SERVICIO DEL STYLE. Gonzalo rescata joyas de la herrumbre y las customiza según los gustos del cliente. Con estas máquinas no vas a subir al cerro, pero con su estilo único seguro no pasás inadvertido en la ciudad. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA AL SERVICIO DEL STYLE. Gonzalo rescata "joyas" de la herrumbre y las customiza según los gustos del cliente. Con estas máquinas no vas a subir al cerro, pero con su estilo único seguro no pasás inadvertido en la ciudad. LA GACETA / FOTOS DE FRANCO VERA
30 Noviembre 2012
Acá lo que importa no es el peso ni la resistencia en los caminos complicados, ni mucho menos la velocidad. En el taller de Robles Estilista de Bicicletas lo que importa es la facha y la comodidad. Lo demás es puro cuento.

En contra de las tendencias que proponen subirse a la bici para descubrir lugares inexplorados y encontrarte con la naturaleza, el ¿bicicletero? Gonzalo Robles (28) se preocupa por la comodidad del paseo urbano, por el color y porque la máquina sea lo más acorde con el gusto y la personalidad del dueño. Por eso, antes de recibir el pedido exige que le pongás un nombre; y si no se te ocurre, lo pone él, pero la bici sale del taller bautizada. "Lo que hacemos acá es arte. Cada bici es una obra irrepetible, no pueden salir dos iguales", dice el estilista.

En su taller hay bicis rescatadas de desarmaderos, herencias familiares y cuadros herrumbrados a punto de convertirse en vehículos ultrapersonalizados que arrancan miradas y suspiros en las calles de la ciudad. El fetiche de Robles son las bicis choperas, que emulan a la perfección las motos ruteras antiguas.

"A veces me traen las bicis que ya tienen para restaurar o modificar, otras me las encargan en base a algún modelo que ven en mi Face y yo me las arreglo para conseguir el cuadro más acorde y los accesorios. Además, tengo dos cuadros diseñados por mí, especiales para ponerle motor y armar una bicimoto", detalla. Esa sí es una tendencia que crece: abandonar los pedales y dejarse llevar por un motor de 48cc con un gasto mínimo por mes.

Según Robles, las bicis menos versátiles para el tunning son las de mountain bike, por el formato del cuadro. De todos modos, los colores que se pueden lograr en esta y en cualquier bici son interminables.

"Las que se pueden dejar bien piola son las inglesas y las playeras, porque permiten customizarlas mucho más que las otras. Los artesanos por ejemplo, piden bicis tranqui, con algo de color; los diseñadores quieren cosas más zarpadas; los hipster eligen las inglesas tuneadas; y las chicas las prefieren bien colorinche", enumera.

Robles les da con el gusto a todos. Si vas por la calle como escapado de un circo la responsabilidad es tuya.

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