Obama le ganó por puntos a Romney

Obama le ganó por puntos a Romney

Esta vez mejor en el primer debate. Por Carlos Duguech - Analista internacional.

ALTO VOLTAJE. Obama y Romney se cruzaron en varias ocasiones y obligaron a que intervenga la moderadora del debate. REUTERS ALTO VOLTAJE. Obama y Romney se cruzaron en varias ocasiones y obligaron a que intervenga la moderadora del debate. REUTERS
17 Octubre 2012

Cuando uno ve el escenario montado en Nueva York para el segundo debate entre Obama y Romney en su carrera hacia las elecciones presidenciales de noviembre en EEUU y advierte su forma circular, se tienta a pensar en el circo romano, Claro que aquí cada uno intento ser el “león” del otro en la arena circular.

El gobernador Romney -del estado de Masachusset- no apareció como transparente en cuestiones económicas y se limitaba recurrentemente a mencionar lo que aseguró conseguirá en su presidencia, si gana: “equilibrio fiscal”. Uno de los puntos fuertes que utilizó Obama en su confrontación fue el referido al programa de los inmigrantes hacia los EEUU.

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Le achacó a su oponente adherir a las legislaciones extremas del estado de Arizona que tantas críticas recibió desde muchos sectores por ser discriminatorias y violentas además de injustas e ilegales. En este punto Romney trató de zafar diciendo que sólo se refería a la buena parte de esa política y Obama no perdió la oportunidad de señalar que sus asesores en esa materia (inmigración) son los creadores de las leyes de Arizona. Una de las palabras que más se escuchó de ambos fue la de “oportunidades”, lo que espera deben tener los ciudadanos sin trabajo, que conforman un número preocupante:23 millones.

En esta lid entre dos candidatos es necesario señalar lo que los hace diferentes y, en consecuencia, relativiza los resultados sobre quién ganó. Por un lado un presidente demócrata que pretende su reelección y lleva a cuestas una gestión de casi cuatro años con puntos que le pueden ser señalados como de incumplimiento respecto de sus promesas electorales de 2008. Y por otro, un candidato republicano que sólo tiene propuestas y promesas para los ciudadanos de su país y exhibe sus logros como gobernador de un estado de USA. Claro, en un país de un federalismo a ultranza como Norteamérica (con pena de muerte en unos estados y en otros no, por ejemplo) lo que se hizo como gobernador difiere diametralmente de lo que debe hacerse desde la Casa Blanca, para todos los estadounidenses.

Las propuestas de reducciones impositivas para mejorar el empleo tuvieron miradas distintas. Naturalmente predecibles, proviniendo una desde los demócratas y la otra desde los republicanos. Romney atracó a Obama por su comportamiento con lo sucedido en Bengassi, donde fueron asesinados el embajador en Libia y otras personas a de la representación estadounidense. Aquí Obama asumió su condición de presidente y de comandante principal de las fuerzas armadas y definió con énfasis su política exterior y se apoyó en las decisiones sobre Irak y Afganistán sin dejar de citar los logros con Al Qaeda y Bin Laden.

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Una pregunta de una parte del casi centenar de indecisos que conformaban la platea de este escenario pretendió desestabilizar a Romney: “Qué diferencia hay entre Ud. y Bush (h) sabiendo cómo nos fue con él”. Romney encontró difícil evadir la pregunta y articuló una respuesta poco creíble, porque en las “primarias” republicanas no se diferenció de lo que es conocido del partido Republicano. Si fuéramos a dar una calificación como proveniente de un jurado en un ring sobre el resultado de la pelea entre dos boxeadores, diríamos que esta vez Obama ganó por puntos. Pero no muchos, todavía.

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