EL CAMPEON DEL MUNDO. Nueva Zelanda es el favorito a quedarse con el torneo. REUTERS
Arrancó el Rugby Championship. Que aperitivo de lujo. Que preliminar para Los Pumas-Springboks. Los apasionados por el rugby, conscientes de que se está viviendo un momento histórico tuvieron que madrugar para no perderse el primer partido de este certamen que, desde hoy, contará con tonada argentina.
Los All Blacks de Nueva Zelanda le ganaron la pulseada a los Wallabies de Australia, por 27-19, en el clásico oceánico.
Fue la primera puntada de los campeones del mundo, lograda como visitantes, en Sydney.EL triunfo fue clave, sobre el actual rey del último Tres Naciones. Una muestra de que los hombres de negro buscarán recuperar la corona perdida el año pasado.
No fue fácil. Australia, en su casa, quiso darle una felicidad a su gente. No pudo ser. Por ahora, los All Blacks sacaron ventaja.
Tras un arranque irregular, y con muchos errores, por los dos bandos, fueron los neozealandeses los que sacaron mejor provecho, con dos penales de Dan Carter, y con el try de Israel Dagg, conquistado en primera fase tras la salida de un scrum desde el medio del campo. A los 20 minutos, los de negro ya ganaban 13-3.
El try golpeó duro a los Wallabies, que continuaron con un juego impreciso y cometiendo errores. A los 32 minutos, tras una buena combinación de sus backs, el wing Cory Jane quedó solo para facturar otra vez sobre el ingoal local. Los All Blacks ampliaron la diferencia y se pusieron 18-3 arriba.
Hasta entonces, la ventaja estaba bien. Los neozelandeses habían hecho mejor las cosas y fueron más efectivos en las oportunidades que tuvieron para anotar, ante un equipo que contó con figuras que estuvieron desconocidos en su juego.
Cuando la primera parte se cerraba, a los 38, los dueños de casa se las ingeniaron para quebrar la defensa neozelandesa y llegar al try, a través de Sharpe. Barnes sumó la conversión y los protagonistas se fueron al descanso con una ventaja para los All Blacks por 18 a 10.
Así pasó un primer capítulo interesante, más allá de los errores. La segunda parte fue muy distinta. El juego no fue tan bueno, abundaron las imprecisiones y el marcador solo se alteró a través de los seis penales anotados, tres por el australiano Barnes y tres por el neozelandés Carter.
En los All Blacks volvió a destacarse la figura de Richie McCaw, quien estuvo bien acompañado por sus compañeros. El tercera línea mostró el camino y resultó imparable para sus rivales. Además, volvió a mostrar su eficacia para jugar también sin la pelota.
Fue un buen partido entre dos grandes candidatos a quedarse con la corona. Quizás quedó la impresión de que no dieron todo. Seguramente, los dos equipos tienen mucho más para dar. Esto recién comienza. Vale para ver en acción a los próximos rivales de Los Pumas, en este torneo que marcará un hito en la historia del rugby argentino. LA GACETA ©
Los All Blacks de Nueva Zelanda le ganaron la pulseada a los Wallabies de Australia, por 27-19, en el clásico oceánico.
Fue la primera puntada de los campeones del mundo, lograda como visitantes, en Sydney.EL triunfo fue clave, sobre el actual rey del último Tres Naciones. Una muestra de que los hombres de negro buscarán recuperar la corona perdida el año pasado.
No fue fácil. Australia, en su casa, quiso darle una felicidad a su gente. No pudo ser. Por ahora, los All Blacks sacaron ventaja.
Tras un arranque irregular, y con muchos errores, por los dos bandos, fueron los neozealandeses los que sacaron mejor provecho, con dos penales de Dan Carter, y con el try de Israel Dagg, conquistado en primera fase tras la salida de un scrum desde el medio del campo. A los 20 minutos, los de negro ya ganaban 13-3.
El try golpeó duro a los Wallabies, que continuaron con un juego impreciso y cometiendo errores. A los 32 minutos, tras una buena combinación de sus backs, el wing Cory Jane quedó solo para facturar otra vez sobre el ingoal local. Los All Blacks ampliaron la diferencia y se pusieron 18-3 arriba.
Hasta entonces, la ventaja estaba bien. Los neozelandeses habían hecho mejor las cosas y fueron más efectivos en las oportunidades que tuvieron para anotar, ante un equipo que contó con figuras que estuvieron desconocidos en su juego.
Cuando la primera parte se cerraba, a los 38, los dueños de casa se las ingeniaron para quebrar la defensa neozelandesa y llegar al try, a través de Sharpe. Barnes sumó la conversión y los protagonistas se fueron al descanso con una ventaja para los All Blacks por 18 a 10.
Así pasó un primer capítulo interesante, más allá de los errores. La segunda parte fue muy distinta. El juego no fue tan bueno, abundaron las imprecisiones y el marcador solo se alteró a través de los seis penales anotados, tres por el australiano Barnes y tres por el neozelandés Carter.
En los All Blacks volvió a destacarse la figura de Richie McCaw, quien estuvo bien acompañado por sus compañeros. El tercera línea mostró el camino y resultó imparable para sus rivales. Además, volvió a mostrar su eficacia para jugar también sin la pelota.
Fue un buen partido entre dos grandes candidatos a quedarse con la corona. Quizás quedó la impresión de que no dieron todo. Seguramente, los dos equipos tienen mucho más para dar. Esto recién comienza. Vale para ver en acción a los próximos rivales de Los Pumas, en este torneo que marcará un hito en la historia del rugby argentino. LA GACETA ©
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