"Hay mucha gente falsa y desleal en la televisión"

Anticipa que está dispuesta a hablar de todo, y en efecto lo hace, aunque luego repare en que eso la convierte en kamikaze. ¿Tan explosivas son sus declaraciones? No, pero sí reveladoras. Contará, por ejemplo, que jugó al básquet hasta hace no mucho y que luego se inclinó por el boxeo; recordará sus inicios como modelo para luego describirse como una actriz nata y una costurera en potencia; relatará la experiencia de ser mamá muy joven (tuvo a su primera hija, Agostina, a los 18 años); admitirá que el de la televisión es un ambiente muy jodido que acarrea algunas deslealtades; y llorará al mencionar su presente laboral, alejada de la pantalla hace cuatro meses. Lorena Pérez (35), la periodista a la que los tucumanos nos hemos acostumbrado a ver entre recitales y carteleras de cine, solo se permite una incógnita, a la hora de hablar de su situación sentimental. "Soy muy romántica, no hay ninguna fuerza que pueda con el amor", concede.

- ¿Te considerás parte de la farándula?

- Sí, porque me invitan a varios eventos y me relaciono con mucha gente, pero eso tiene que ver con mi trabajo. De hecho, creo que caigo en la farándula de arriba porque no estoy pendiente. Muchos me cargan, o me dicen que tengo perfil bajo, aunque en realidad yo me siento una más.

- ¿Siempre quisiste ser periodista?

- No, al principio tenía otras expectativas. Trabajo desde los 14 años en diferentes cosas, y algo que siempre me favoreció es que las cámaras no me inhiben. El primero que me convocó para hacer televisión fue César Jorrat, cuando tenía 17. Desde entonces he estado en magazines, noticieros, programas de actualidad y hasta hablando de golf. Al periodismo lo aprendí trabajando, no tuve la posibilidad de estudiar. Entonces ya tenía a mi hija, y por razones de tiempo y dinero no podía hacer las dos cosas. Muchos me ayudaron. También hice radio; lo único en lo que no incursioné es en el periodismo gráfico, aunque tengo muchas ganas de escribir un libro para contar vivencias que experimenté a lo largo de esta carrera y en la vida. Lo haré más adelante.

- ¿Qué influencia tuvo tu hermana Cristina?

- Fue un referente como persona y periodista. La admiro profundamente. me siento muy orgullosa de ella y siempre la tuve en vista para saber qué estaba bien y qué no. Ella empezó también desde muy chica (a los 14 años ya hacía radio) y siempre tuvo muy en claro que quería vivir de esto. De hecho, dedicó su vida al periodismo: no tiene hijos y es muy estudiosa. Solemos llamarnos constantemente y somos muy sinceras, al punto de decirnos "en tal foto saliste espantosa".

- ¿Saltarías, como ella, desde el periodismo a lo actoral?

- Sí, es algo que tengo pendiente. Hice un curso de teatro que no pude terminar por el horario del canal, pero mi intención era ser actriz antes que periodista. Ahora que estuve en Buenos Aires hablé con un amigo que está realizando una miniserie y me propuso armar una obra. Estamos viendo el género y otros detalles; todo lo que sea expresarme me hace sentir bien.

- ¿Cómo fue la experiencia de ser mamá tan joven?

- Me casé con mi primer novio -el matrimonio duró muy poco, un año y medio- y de esa relación nació Agostina. Fue toda una responsabilidad porque cambian muchas cosas: uno deja de pensar en lo que le gustaría porque hay alguien más importante al que tenés que formar y brindar amor. No fue fácil, pero ahora disfruto mi relación con ella. Tengo dos hijas menores, Barbie (9) y Martina (7) y me gusta jugar con ellas, hacer ropita para las muñecas, cocinar juntas... Somos muy unidas.

- ¿Por qué ya no te vemos en la televisión?

- Estuve en Canal 8 durante cuatro años, dos de los cuales intenté que se me efectivizara. Como mediante el diálogo no conseguí nada, les exigí que me pagaran lo que correspondía y entonces me sacaron del aire. Fue durísimo. Los últimos meses no fueron fáciles por la desilusión y porque no tolero las injusticias. El amor que me brindó la gente fue increíble (se quiebra)... pero fue muy doloroso que me saquen cuando estaba reclamando algo justo. Igual soy muy fuerte, sigo adelante convencida de que se cumplió un ciclo y que vendrá algo mejor. De hecho, tengo varias propuestas de trabajo, pero antes de aceptar quería ponerme bien. Así que en cualquier momento me verán de nuevo en televisión, trabajando con un grupo de amigos. También voy a regresar a la radio.

- ¿Hay vedetismo en la televisión tucumana?

- Sí. Lamentablemente, encontrar un amigo en ese ambiente es muy difícil; muchas veces me sentí un bicho raro. Hay gente que se está fijando constantemente en cómo se visten, peinan o hablan otras personas, y copia o imita. Hay una competencia desleal, mucha falsedad y quienes se sienten estrellas intocables. Yo soy muy amiguera y sociable, pero no me gusta que me tomen por tonta.

- ¿Estás en pareja?

- No, pero estoy muy enamorada. Más que eso: amo mucho a alguien. Le digo el Rey Arturo. Ahora todos van a querer saber quién es (risas)... pero lo cuento en el próximo capítulo.