La sombra de la violencia cubre la puja mexicana

La sombra de la violencia cubre la puja mexicana

Los comicios presidenciales en México y en Venezuela son las citas ciudadanas a las urnas más importantes del subcontinente de habla hispana durante este año. Pero la histórica visita de Benedicto XVI a Cuba genera la expectativas de un nuevo tiempo en la isla. Un asesinato alteró Chile, mientras que en Centroamérica se intenta crear una instancia penal para el narcotráfico

LA CANDIDATA DEL OFICIALISMO. Josefina Vázquez Mota es la primera mujer nominada al máximo cargo de México por un partido con posibilidades. REUTERS LA CANDIDATA DEL OFICIALISMO. Josefina Vázquez Mota es la primera mujer nominada al máximo cargo de México por un partido con posibilidades. REUTERS
01 Abril 2012
MÉXICO.- La campaña para las elecciones generales más grandes en la historia de México arrancaron el viernes, amenazada como nunca por la violencia del narcotráfico, situación que ha obligado a los candidatos a extremar precauciones en la Nación de habla hispana con más votantes del mundo.

El 1 de julio, más de 80 millones de mexicanos podrán votar. Hay 2.127 cargos en disputa, que van desde el emblemático Presidente, varios gobernadores de Estado, 500 diputados y 128 senadores, hasta legisladores locales y alcaldes municipales, como el de la populosa capital.

La mayoría de analistas políticos y expertos de seguridad consideró que en este proceso electoral habrá más intentos del crimen organizado para influir en los resultados o por lanzar más ataques que en los comicios de los últimos años, y ninguno prevé que esos riesgos disminuyan.

"Hay mucho en juego políticamente este año y sería ingenuo pensar que no le interesaría influir al crimen organizado. Habrá una continuidad con lo que ha ocurrido en los últimos tres años", afirmó el investigador John Ackerman, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

De este modo se refirió a la ofensiva lanzada por el presidente saliente, Felipe Calderón, contra los cárteles del narcotráfico a fin del 2006, desde cuando han muerto más de 50.000 personas.

El candidato del opositor Partido Revolucionario Institucional (PRI), Enrique Peña Nieto, es amplio favorito, lo cual le permitiría a su organización volver al poder que perdió en 2000, tras 71 años de Gobierno ininterrumpido. Las encuestas ubican segunda en las preferencias (a unos 19 puntos) a la oficialista Josefina Vázquez Mota, del gobernante Partido Acción Nacional (PAN). El izquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD) postula nuevamente a Andrés Manuel López Obrador: Muchos de sus candidatos a senadores y diputados han sido fuertemente amenazados, y algunos renunciaron. El ambientalista Gabriel Quadri, del partido Alianza Nacional, figura en cuarto lugar.

Estados calientes

Los principales focos de tensión están en los comicios de los Estados de Nuevo León, Guerrero y Morelos, tres de los más azotados por la violencia, donde los narcotraficantes buscarían influir más para controlar sus negocios y las rutas de las drogas. "Las organizaciones criminales buscan prerrogativas concretas como obtener un trato preferencial de la Policía frente a organizaciones rivales o, en su defecto, evitar ser la más castigada por los decomisos", señaló el analista Eduardo Guerrero.

Aunque los candidatos quieren minimizar el impacto psicológico de la inseguridad, sus discursos de lanzamiento estuvieron plagados de promesas de paz y se reforzaron las medidas de contención en los actos, con el montaje de arcos detectores de metales en los ingresos a espacios cerrados, personal de seguridad que revisa bultos o bolsas voluminosos, y limitaciones a las visitas a ciertas zonas, aunque desde los centros de campaña se insistió en que los postulantes llegarán a todos los sitios del país.

Durante la gestión de Calderón han sido asesinados 28 alcaldes, entre quienes se encuentra uno ejecutado a tiros cuando hacía proselitismo a favor del PAN en noviembre, pocos días antes de la elección para gobernador en el Estado de Michoacán.

Ayer, el ex fiscal general del Durango, Ramiro Ortiz Aguirre, que en 2011 estuvo a cargo de las investigaciones por el hallazgo de fosas con más de 250 cadáveres, apareció muerto con disparos en la cabeza, tres días después de haber sido secuestrado. (Télam-Reuters-DPA-AFP)

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