A los latigazos en Bolivia

A los latigazos en Bolivia

Por Emilio J. Cárdenas - Ex Embajador Argentino ante la ONU.

01 Abril 2012
De acuerdo con la inusual Constitución Política de Bolivia, diseñada recientemente por Evo Morales y los suyos, la Justicia nacional de ese país coexiste (con idéntica jerarquía) con la justicia comunitaria de sus pueblos originarios. Lo que es ciertamente confuso y puede generar problemas realmente serios para las personas que visitan el país, respecto lo que en Occidente se ha dado en llamar el "debido proceso legal". Particularmente (pero no sólo) en materia probatoria; también, como veremos, por la naturaleza de las penas tenidas por "tradicionales" que esa absolutamente primitiva justicia impone.

Un caso reciente, difundido por medios chilenos, así lo testimonia. Tres ciudadanos peruanos residentes en Bolivia fueron apresados ("retenidos", se dice) por la comunidad del poblado aymara de Chúa, a orillas del Lago Titicaca, y condenados a la pena de sufrir el castigo de recibir una tanda de latigazos en sus respectivas espaldas, lo que es, por lo menos, inusual.

Se los acusaba de estafa. El presunto "juicio" duró apenas dos días. Se los condenó en una suerte de "juicio sumario", entonces. Los latigazos les fueron propinados sobre sus espaldas desnudas y las escenas fueron difundidas ampliamente por la televisión local (ATB).

Aparentemente, los peruanos habían cobrado por la provisión de algunas bombas de agua que nunca entregaron a sus compradores. Además, de paso, se los acusó de comercializar productos falsificados y contrabandeados. Una vez culminado el proceso, los tres "delincuentes" fueron entregados a la Policía (hasta entonces no había intervenido) para ser enjuiciados enseguida por la Justicia ordinaria local, que podría eventualmente imponerles penas adicionales.

En general, la justicia comunitaria se ocupa de cuestiones "menores" (definidas así por ella misma), tal como se tiene a algunas tan disímiles como el abigeato, las invasiones de propiedades ajenas o las infidelidades conyugales. La pena habitual es la de requerir al condenado algún "trabajo comunitario". Pero si las cosas se complican, los latigazos siempre están a tiro de decisión. Créase o no.

Pies de plomo, entonces, cuando de "hacer negocios" en Bolivia se trata. Pasarse de "vivos", puede bien ser doloroso.

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