Los dramas no son sólo políticos

En Egipto murieron 75 personas por un enfrentamiento entre hinchadas.

NADIE SE SALVÓ. Los jugadores corrieron hasta el vestuario pero los persiguieron; también hubo policías muertos. NADIE SE SALVÓ. Los jugadores corrieron hasta el vestuario pero los persiguieron; también hubo policías muertos.
02 Febrero 2012
PORT SAID.- Conocidos son los problemas institucionales que enfrenta Egipto desde hace varios meses. Lo que se vio ayer en el estadio de Port Said tras el partido parece ser un fiel reflejo de ello: luego del partido que disputaron Al Masry y Al Ahly, murieron al menos 77 personas y unas 1.000 resultaron heridas por el enfrentamiento que sostuvieron sus hinchadas.

Las escaramuzas comenzaron cuando el árbitro pitó el final del partido en el que Masry le propinó la primera derrota de la temporada a Al Ahly, uno de los mejores equipos de Egipto, al ganarle por 3-1 en el campeonato nacional. Allí, cientos de fans saltaron al campo y atacaron a los jugadores.

Según testigos, los hinchas de Ahli mostraron carteles con insultos hacia los locales y un simpatizante de ese equipo ingresó a la cancha llevando una barra de hierro. La gente de Al-Masry reaccionó ingresando al campo, donde atacaron a los futbolistas del equipo rival. Después se dirigieron a las tribunas para agredir a los hinchas del Ahli.

La mayoría de los muertos eran personas que quedaron atrapadas en la huida de la multitud asustada o quienes cayeron desde las gradas, dijeron testigos. Las imágenes de televisión mostraron a los hinchas dentro de la cancha persiguiendo a los futbolistas del conjunto visitante luego de que el árbitro finalizara el encuentro.

"Las muertes fueron provocadas por asfixia y por fracturas graves", dijo el doctor Hassan al Isnawi, director del hospital central de Port Said, a la televisión "Al Ahram Sports".

El encuentro había sido calificado como el "partido de la revancha" y en reacción a lo ocurrido en Port Said, se produjo un incendio en un estadio en El Cairo, donde se interrumpió un partido que se estaba disputando en ese momento. El Parlamento egipcio se reunirá el jueves en una sesión de crisis para debatir lo sucedido.

"Las fuerzas de seguridad nos abandonaron, no nos protegieron", relató uno de los jugadores del Masry, Mohamed Abou-Treika, en una charla con la televisión, según reprodujo el diario español "El País". "Un seguidor acaba de morir en el vestuario, delante de mí", añadió el futbolista.

"Estos sucesos fueron planificados y son un mensaje de los partidarios del antiguo régimen", afirmó el diputado opositor a Mubarak Esam al Erian en la web del Partido de la Libertad y la Justicia.

El viceministro de Sanidad egipcio, Hesham Sheiha, aseguró que se trata del mayor desastre en la historia del fútbol de ese país.

El Ejército había enviado dos helicópteros al estadio para ayudar en las labores de emergencia, informaba luego la Junta militar que gobierna el país desde febrero, cuando una revuelta popular contagiada por la "primavera árabe" derrocó al ex presidente Hosni Mubarak, que estuvo en el poder durante 30 años. (Especial)

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