El hecho, que sucedió alrededor de las 19, causó temor entre algunas de las personas. "El tren se inclinaba y produjo un fuerte chirrido, asustó a todo el pasaje, e inmediatamente se detuvo", relató a la agencia Télam una pasajera. "Cerca de las 22 aparecieron cientos de personas en el pueblo y eso revolucionó a nuestra pequeña ciudad, que no tiene más de 5.000 habitantes. Imagínese", sostuvo a LA GACETA Claudia del Balzo, directora de la escuela especial de Serodino.
Mónica Stumpo, presidenta de la comuna de la pequeña localidad, relató que fueron tres los vagones que descarrilaron, a tres kilómetros del pueblo. Después del hecho, una locomotora llevó en el resto de los vagones a los pasajeros hacia esa ciudad. "Los ubicamos en las instalaciones del club Belgrano y se montó un operativo de asistencia del que participaron empleados de la comuna, la Policía, los bomberos y gente que se acercó en forma voluntaria", contó.
Cerca de la medianoche, agregó la funcionaria, la empresa compró alimentos, bebidas y leche. También algunas personas acercaron colchones, en especial, para las madres que estaban con sus hijos. "Los pasajeros, que en su mayoría eran jóvenes mochileros, se sorprendieron porque no dormimos para garantizar que estuvieran bien", expresó.
Alrededor de las 6, cuando a algunas personas ya se les estaba acabando la paciencia, agregó Stumpo, llegaron al lugar cerca de 20 colectivos de larga distancia. El primero partió hacia Tucumán una hora más tarde y el último lo hizo cerca de las 11. "Para nosotros fue una experiencia inédita, la comunidad estuvo muy comprometida en la ayuda y por suerte no hubo heridos", dijo.
Retorno
Desde la boletería de Ferrocentral, ubicada en la estación de Corrientes al 1.000, de esta capital, se informó que alrededor de las 18 llegará a esta provincia el primer contingente de pasajeros que viajaban en "Primera clase" y "Turista". En este caso, lo harán en colectivos de larga distancia. Una hora y media más tarde, en tren, arribarán quienes viajaron en "Pullman" y "Camarotes". LA GACETA ©