"Cuando leía todo lo que pasaba en San Martín, me amargaba"

El cambio fue grande y la adaptación no resultó sencilla. "El primer mes fue complicado. No sólo para mí. También para Cyntia, mi esposa, y mis hijas Sofia (8 años), Valentina (2) y Yazmín de cuatro meses. La vida en Buenos Aires no tiene nada que ver con lo que estábamos acostumbrados", admitió Jorge Serrano. También le costó acostumbrarse a vestir la camiseta blanca de Quilmes después de jugar tantos años con la de San Martín. Pero el esfuerzo valió la pena y hoy disfruta del cambio. "El balance de estos meses es muy bueno. Estoy en un club que aspira a luchar por el ascenso y sólo tengo palabras de agradecimientos. Ahora sólo me dedico a entrenar y jugar. Eso es invalorable", señaló el polifuncional que vino a pasar las fiestas y se reencontró con sus padres, Roque y Dominga, y sus hermanos Rolando y Eva.

Serrano lamenta la forma en que se tuvo que ir de San Martín. "Nunca pensé que todo iba a terminar así, pero estoy tranquilo. No es una situación que forcé. El hincha de San Martín sabe que siempre dejé todo por esa camiseta. Si querían retenerme no tendrían que haber dejado vencer el contrato para ofrecerme la renovación. Me dejaron para el último. Recuerdo que estaba de vacaciones cuando me llamaron. Como tenía que pensar en mi familia, tomé la decisión de marcharme ante la falta de respuesta". indicó.

A pesar de todo, "Chopy", sigue atento a lo que pasa en San Martín. "Antes de ir a la práctica siempre leo LA GACETA por Internet. Cuando me enteraba de los problemas me amargaba. Ojalá la situación se normalice", expresó.