11 Diciembre 2011
CLUB. Es jugador de San Martín.
Lucas recuerda que, cuando supo de la gravedad de la situación, aunque los doctores le habían prohibido hablar, debía comunicarse con sus padres. "Fue un momento difícil, porque a la distancia todo se puede llegar a magnificar. Quería que no se preocuparan demasiado, porque ellos quedaron sensibilizados luego de la desgracia que pasó con mi hermano Jesús hace algunos años (NdR: murió en un accidente automovilístico en 2005). No quería que se subieran al auto y desesperados se trasladarán 700 kilómetros para estar conmigo. Lo mismo ocurrió con Paula, mi novia que vive en Zaragoza (España)", señaló. Desde los primeros días de convalecencia, no cesaron las muestras de apoyo. "Incluso recibí llamados de personas que no conozco que me dijeron que estaban orando para que pudiera superar el mal trance. Gracias a todos", manifestó emocionado al tiempo que dejó una sentencia sobre su futuro: "lo importante es que tengo muchas ganas de volver a entrenar y de estar a las órdenes del entrenador. Eso ya es una a mi favor".
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