"En tu mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas, yo aprendí filosofía... dados... timba... y la poesía cruel de no pensar más en mí..." El piano ejercita la nostalgia de ese cafetín, cuyos duendes errantes sacuden la bohemia. Los 93 años de Mariano Mores renacen en la noche del tiempo, cuando la música respira sus tangos que se graduaron de clásicos hace varios lustros. Compositor, pianista y director de orquesta, el autor de "Taquito militar" ha mantenido una inusitada vigencia a lo largo de más de siete décadas sobre la base de una "orquesta lírica" con reminiscencias de músicas de películas, en la que se luce el piano. Los tucumanos podrán escuchar a esta leyenda de la música ciudadana el viernes en Floresta.
- ¿El ambiente familiar influyó en su elección por la música? ¿Alguno de sus padres era músico, cantaba o tocaba un instrumento?
- Sin lugar a dudas, mi padre era un amante de la música clásica, y mi abuelo fue un muy buen violinista.
- ¿Cómo conoció a las hermanas Mores y qué lo atrajo de Myrna, en particular?
- Las conocí en la academia "PADI", siendo apenas un adolescente (ya era profesor). Fui maestro de ellas, formamos un trío (lo que me valió la pérdida del empleo, ya que estaba prohibido...) y allí me enamoré de Myrna.
- Su formación fue académica, clásica. ¿Qué lo enamoró del tango?
- Soy músico de formación clásica académica y pienso que es el abc de un músico. La necesidad me llevó luego a la música popular, y allí estaba el "Tango", esperándome... era mi destino, sin lugar a dudas.
- Tocó durante casi 10 años en la orquesta de Francisco Canaro, ¿de él aprendió el marketing, las estrategias para mantenerse siempre en la palestra? ¿Era tan seductor como dicen? ¿Conoció a Ada Falcón?
- Siento un gran respeto por don Francisco Canaro, fue mi padre espiritual, aprendí mucho de él, con sus virtudes y defectos. También conocí a Ada Falcón, una gran cantante de la época, una mujer particular. Últimamente, he visto cosas que no dejan clara la imagen de Canaro, humildemente pienso que no todo se ajusta a la verdad, me dio un poco de pena...
- Tuvo la suerte de componer con grandes del tango. ¿Quién lo impactó más? ¿Cómo era Discépolo? ¿Qué recuerdos tiene de Contursi, Manzi y Cátulo Castillo?
- Los mejores recuerdos, fueron grandes colaboradores. Creo que Discepolín era un ser muy especial, ¡único!
- Duke Ellington afirmaba que su instrumento era la orquesta, ¿podría decir lo mismo de usted?
- Con un piano se puede realizar prácticamente hablando una orquesta, pero ¡qué músico renunciaría a las cuerdas, vientos, bandoneón...! La armonía de una orquesta completa es incomparable a mi modo de ver.
- ¿Cuál fue su fórmula para mantenerse vigente en el tango a lo largo de más de siete décadas en un país que suele olvidar rápidamente a sus ídolos?
- Mantenerme siempre fiel a un estilo, a pesar de muchas críticas. Ser visceral, auténtico.
- ¿Le hubiese gustado hacer alguna otra cosa en la vida?
- No, tuve la bendición de hacer lo que más amo en la vida: Música.
- ¿Qué cosa no le ha dado aún la vida? ¿Qué es lo que aún usted no le ha dado a la vida?
- Repito, la vida me dio todo y yo he tratado de dar todo mi amor y mi inspiración en agradecimiento a Dios y a mi pueblo que han hecho de mí este hombre que hoy soy.
- ¿El ambiente familiar influyó en su elección por la música? ¿Alguno de sus padres era músico, cantaba o tocaba un instrumento?
- Sin lugar a dudas, mi padre era un amante de la música clásica, y mi abuelo fue un muy buen violinista.
- ¿Cómo conoció a las hermanas Mores y qué lo atrajo de Myrna, en particular?
- Las conocí en la academia "PADI", siendo apenas un adolescente (ya era profesor). Fui maestro de ellas, formamos un trío (lo que me valió la pérdida del empleo, ya que estaba prohibido...) y allí me enamoré de Myrna.
- Su formación fue académica, clásica. ¿Qué lo enamoró del tango?
- Soy músico de formación clásica académica y pienso que es el abc de un músico. La necesidad me llevó luego a la música popular, y allí estaba el "Tango", esperándome... era mi destino, sin lugar a dudas.
- Tocó durante casi 10 años en la orquesta de Francisco Canaro, ¿de él aprendió el marketing, las estrategias para mantenerse siempre en la palestra? ¿Era tan seductor como dicen? ¿Conoció a Ada Falcón?
- Siento un gran respeto por don Francisco Canaro, fue mi padre espiritual, aprendí mucho de él, con sus virtudes y defectos. También conocí a Ada Falcón, una gran cantante de la época, una mujer particular. Últimamente, he visto cosas que no dejan clara la imagen de Canaro, humildemente pienso que no todo se ajusta a la verdad, me dio un poco de pena...
- Tuvo la suerte de componer con grandes del tango. ¿Quién lo impactó más? ¿Cómo era Discépolo? ¿Qué recuerdos tiene de Contursi, Manzi y Cátulo Castillo?
- Los mejores recuerdos, fueron grandes colaboradores. Creo que Discepolín era un ser muy especial, ¡único!
- Duke Ellington afirmaba que su instrumento era la orquesta, ¿podría decir lo mismo de usted?
- Con un piano se puede realizar prácticamente hablando una orquesta, pero ¡qué músico renunciaría a las cuerdas, vientos, bandoneón...! La armonía de una orquesta completa es incomparable a mi modo de ver.
- ¿Cuál fue su fórmula para mantenerse vigente en el tango a lo largo de más de siete décadas en un país que suele olvidar rápidamente a sus ídolos?
- Mantenerme siempre fiel a un estilo, a pesar de muchas críticas. Ser visceral, auténtico.
- ¿Le hubiese gustado hacer alguna otra cosa en la vida?
- No, tuve la bendición de hacer lo que más amo en la vida: Música.
- ¿Qué cosa no le ha dado aún la vida? ¿Qué es lo que aún usted no le ha dado a la vida?
- Repito, la vida me dio todo y yo he tratado de dar todo mi amor y mi inspiración en agradecimiento a Dios y a mi pueblo que han hecho de mí este hombre que hoy soy.
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