05 Diciembre 2011
Elevan en Italia a 66 años la edad para jubilarse
Entre las medidas a implementarse en el severo plan de ajuste se incluye una frontal lucha contra la evasión impositiva. El cambio previsional regitrá desde el 1 de enero. Las mujeres se jubilarán a los 62, pero desde 2018 también lo harán a los 66. Gira del secretario del Tesoro de EEUU.
OBJETIVO. Según el premier Monti, "las medidas pretenden garantizar la equidad y el crecimiento". REUTERS
ROMA / BRUSELAS.- El gobierno italiano del primer ministro Mario Monti aprobó un plan de ajuste por 24.000 millones de euros, que incluye modificaciones en la edad para jubilarse.
El gabinete sesionó casi tres días para ultimar los detalles del paquete. "Este paquete de medidas debe salvar a Italia. Lo pueden llamar decreto salva-Italia", afirmó Monti en rueda de prensa tras la reunión de urgencia del Gobierno.
Monti, afirmó que estas medidas "pretenden garantizar la equidad, el crecimiento y la consolidación de nuestras finanzas públicas". Con ellas, Italia "dará un gran paso adelante".
El objetivo es la "distribución de los sacrificios con equidad. Queremos que Italia se sienta orgullosa, que los italianos no se sientan burlados", señaló.
El primer ministro destacó además que la lucha contra la evasión fiscal es una prioridad del Gobierno, lo que también implica que no se recurrirá a ningún tipo de amnistía fiscal.
Entre las medidas aprobadas en este decreto de corrección de las cuentas públicas, está retrasar progresivamente la edad de jubilación, que se basará en un sistema contributivo para todos los trabajadores.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Elsa Fornero, explicó que el principio fundamental es que los trabajadores que se jubilen antes recibirán menos pensión.
Agregó que la edad de jubilación mínima será de 66 años para los hombres y de 62 para las mujeres, una cifra que se situará igualmente en los 66 años para mujeres en 2018.
A partir del 1 de enero de 2012, los trabajadores deberán tener al menos 42 años cotizados para poder recibir una pensión de jubilación completa. Si la cifra es menor, se penalizará económicamente.
Presión de EEUU
En tanto, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, visitará Frankfurt, Berlín, París, Marsella y Milán desde mañana para instar a altos funcionarios europeos a tomar acciones decisivas. "Los líderes de la zona euro entienden el alto costo que significa no actuar en la crisis de deuda del bloque" dijo, por otro lado, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que agregó que la confianza de su país de que Europa saldrá de la crisis no ha mejorado en las últimas dos semanas.
"Creo que se está viendo claramente que no hay alternativa y que el tiempo se agota, no sólo en Europa sino también en Estados Unidos y el mundo", señaló Biden a los periodistas que viajaban con él desde Estambul a Atenas. "Pero más allá de eso, no tengo datos empíricos que sugieran qué deberíamos estar, o no estar, más animados hoy que hace dos semanas", agregó.
Fuentes cercanas a la canciller alemana, Angela Merkel, dicen que está preparada -pese a la hostilidad del Bundesbank germano- para que el BCE refuerce la compra de bonos de países problemáticos como medida a corto plazo, hasta que puedan asumirse controles presupuestarios más estrictos. Pero varios países, principalmente el Reino Unido, Irlanda y Holanda, no quieren que se cambie el tratado vigente por todos los riesgos políticos nacionales que conllevaría. Algunos temen que sea difícil obtener respaldo público en un referéndum.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que preside la crucial cumbre de Bruselas a finales de semana, presentará opciones para un control presupuestario más estricto sin tocar el tratado, así como pasos que exigirían enmiendas, dicen sus ayudantes. El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, advirtió que un cambio en el tratado podría ser divisivo y "peligroso", pero los diplomáticos dicen que es un requisito político para Merkel. (DPA-AFP-Télam)
El gabinete sesionó casi tres días para ultimar los detalles del paquete. "Este paquete de medidas debe salvar a Italia. Lo pueden llamar decreto salva-Italia", afirmó Monti en rueda de prensa tras la reunión de urgencia del Gobierno.
Monti, afirmó que estas medidas "pretenden garantizar la equidad, el crecimiento y la consolidación de nuestras finanzas públicas". Con ellas, Italia "dará un gran paso adelante".
El objetivo es la "distribución de los sacrificios con equidad. Queremos que Italia se sienta orgullosa, que los italianos no se sientan burlados", señaló.
El primer ministro destacó además que la lucha contra la evasión fiscal es una prioridad del Gobierno, lo que también implica que no se recurrirá a ningún tipo de amnistía fiscal.
Entre las medidas aprobadas en este decreto de corrección de las cuentas públicas, está retrasar progresivamente la edad de jubilación, que se basará en un sistema contributivo para todos los trabajadores.
Por su parte, la ministra de Trabajo, Elsa Fornero, explicó que el principio fundamental es que los trabajadores que se jubilen antes recibirán menos pensión.
Agregó que la edad de jubilación mínima será de 66 años para los hombres y de 62 para las mujeres, una cifra que se situará igualmente en los 66 años para mujeres en 2018.
A partir del 1 de enero de 2012, los trabajadores deberán tener al menos 42 años cotizados para poder recibir una pensión de jubilación completa. Si la cifra es menor, se penalizará económicamente.
Presión de EEUU
En tanto, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, visitará Frankfurt, Berlín, París, Marsella y Milán desde mañana para instar a altos funcionarios europeos a tomar acciones decisivas. "Los líderes de la zona euro entienden el alto costo que significa no actuar en la crisis de deuda del bloque" dijo, por otro lado, el vicepresidente de Estados Unidos, Joe Biden, que agregó que la confianza de su país de que Europa saldrá de la crisis no ha mejorado en las últimas dos semanas.
"Creo que se está viendo claramente que no hay alternativa y que el tiempo se agota, no sólo en Europa sino también en Estados Unidos y el mundo", señaló Biden a los periodistas que viajaban con él desde Estambul a Atenas. "Pero más allá de eso, no tengo datos empíricos que sugieran qué deberíamos estar, o no estar, más animados hoy que hace dos semanas", agregó.
Fuentes cercanas a la canciller alemana, Angela Merkel, dicen que está preparada -pese a la hostilidad del Bundesbank germano- para que el BCE refuerce la compra de bonos de países problemáticos como medida a corto plazo, hasta que puedan asumirse controles presupuestarios más estrictos. Pero varios países, principalmente el Reino Unido, Irlanda y Holanda, no quieren que se cambie el tratado vigente por todos los riesgos políticos nacionales que conllevaría. Algunos temen que sea difícil obtener respaldo público en un referéndum.
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, que preside la crucial cumbre de Bruselas a finales de semana, presentará opciones para un control presupuestario más estricto sin tocar el tratado, así como pasos que exigirían enmiendas, dicen sus ayudantes. El presidente del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, advirtió que un cambio en el tratado podría ser divisivo y "peligroso", pero los diplomáticos dicen que es un requisito político para Merkel. (DPA-AFP-Télam)
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