Antonio Estofán ganó otra vez la votación más crucial dentro de la Corte. Sus pares Daniel Posse y Mario Goane lo ayudaron a construir la mayoría que lo sentó en la presidencia del tribunal cimero. Posse proviene del Poder Ejecutivo, en tanto que Goane se acercó a Estofán, tras sus polémicas declaraciones sobre la productividad de las magistradas. La muñeca del presidente reelecto lo sacó de la línea de fuego. Entonces, favor con favor se paga. Claudia Sbdar y Antonio Gandur, con votos cruzados, testimoniaron que no hubo unaminidad. La política del poder la fijará esa mayoría. Estofán mantendrá, a la vez, la presidencia de la Junta Electoral Provincial, un órgano administrativo clave para organizar y monitorear el tramo final del escrutinio 2011. Las controversias por ese proceso aún no se extinguieron, y desde la oposición cuestionan a Estofán, por su amistad con el gobernador José Alperovich. Él entendería también en una hipotética elección de convencionales reformadores de la Constitución de 2006. Casi a la misma hora en que se ungía a Estofán, el Colegio de Abogados entregó un documento en la Corte. La conducción del Poder Judicial no está demostrando la eficacia necesaria para revertir su deficiente funcionamiento, planteó la institución.








