Ojo con la señora que viene resoplando al ritmo del trote. Cuidado con el nene que corre hacia la calesita. ¡Saquen estos perros que muerden los talones! Ufff, si solo fueran conos naranjas... En los pies hay ruedas y el freno, a veces, puede ser el pavimento mismo. O la señora de las calzas deportivas. O el hocico del can intrépido. Palabra clave: rollers. Contraseña: plaza Urquiza. Se inicia una sesión frenética. De velocidad excitante, de decenas de usuarios con los cuales interactuar. La plataforma no es virtual, claro, y aunque incluya curiosos obstáculos, su magnetismo es adictivo y suele demandar horas. Rollear es un verbo que se conjuga con cada vez más frecuencia en Tucumán desde hace, al menos, cuatro meses. La plaza Urquiza, el parque 9 de Julio y la oquedad siestera de la avenida Perón son los escenarios más frecuentes, pero cualquier espacio amplio y con asfalto sin relieves es de utilidad.
¿Qué detonó la explosión de esta tendencia? "Prefiero mil veces esto que correr o ir a un gimnasio. Cada vez que intenté hacer alguna de esas actividades las dejé al poco tiempo", explica Lucas Casasola. "Es más social: podés ir conversando mientras patinás. En cambio, si hablás mientras trotás terminás con la lengua afuera", aporta Máximo Toledo Pimentel. "Es un deporte completo y se practica al aire libre", destaca Jessica Ochoa.
Lucas, Máximo y Jessica patinan ahora en grupo, junto con gente de diversas edades, pero hasta hace poco no se conocían: los unió, justamente, el entusiasmo por esa bota de cuatro ruedas. El punto de encuentro fue el grupo tucumanrollers.com, creado en Facebook, en cuyo muro sus más de 200 miembros se convocan con hora y lugar, reparten consejos o simplemente demuestran su afición por este deporte urbano. "Se formó una comunidad -describe Ochoa, y añade que ella le sacó el jugo al grupo-. Empecé a andar hace tres semanas, y los chicos fueron muy capos para enseñarme, me hicieron perder el miedo rápidamente". Tal fue su progreso que ahora se anima a algunos trucos como la palomita, que consiste en extender ambos brazos hacia adelante y andar con un solo pie.
Obviamente, hubo dificultades. "Quienes quieren empezar a andar en rollers tiene que saber que sí o sí van a caerse en algún momento. De hecho, todos compramos el set de protección después del primer golpe duro", admite Casasola. Las figuras se aprenden a fuerza de moretones, aporta Jessica, y recuerda la vez que, mientras Lucas patinaba hacia atrás y ella intentaba agarrarse a él para hacer la palomita, "volaron" los dos.
A sus ocho años, Santiago Albornoz hace gala de sus magulladuras en las rodillas. "Es divertido. Yo aprendí solito", presume. Más allá de las caídas, los chicos nunca desisten de los desafíos. "Ahora quiero llevar al grupo al cerro, para largarnos por las bajadas", se entusiasma Toledo Pimentel. Él, que tiene una destreza extra porque practica hockey sobre patines, dice ya haber probado y disfrutado esa experiencia. ¿Se animará el resto? Lucas no sabe, pero sí puede decir que la plaza Urquiza no es el único ámbito en el que patina. "Una vez llegué con los rollers al hostel en el que trabajo. Mi jefe me vio, le pareció copado y me dijo que fuera así todos los días -relata-. Desde entonces no me los saco ni para laburar. Literalmente, son una extensión de mis pies".
- ¿Qué zonas del cuerpo se trabajan al andar en rollers?
"Esta actividad se basa en la coordinación y en el equilibrio, y por lo tanto se desarrollan estas habilidades", indicó el médico deportólogo Cayetano Bellomío. Agregó que toda la musculatura del cuerpo tiende a ser usada. "Se trabajan específicamente los miembros inferiores, porque para lograr el equilibrio, la persona se ayuda mucho con la fuerza de la flexión de piernas. Pero también hay incidencia en el tronco, la cadera y la columna", precisó Bellomío. Los especialistas coinciden en que es un ejercicio completo, que requiere mucho entrenamiento si se decide empezar a practicarlo como deporte.
- ¿Es necesario tomar clases para saber usarlos?
Según Bellomío, todo ejercicio necesita un aprendizaje. "En general, las personas que empiezan a andar en rollers se caen y golpean hasta que aprenden las pautas del equilibrio. Es un proceso porque deben llegar a manejar tres dimensiones: los movimientos hacia atrás y adelante, hacia arriba y abajo, y hacia los costados. Lo recomendable es hacer una práctica progresiva y, una vez que la persona lo considere conveniente, una competitiva, pero no entendiendo esto como competir contra otros, sino que planteándose desafíos", señaló. En la plaza Urquiza se enseña después de las 19, de lunes a viernes.
- ¿Qué cuidados hay que tener?
Es conveniente comprar el set completo de protección, que incluye casco, rodilleras, coderas, muñequeras y guantes (los experimentados dicen que estos últimos son fundamentales porque se tiende siempre a amortizar los golpes poniendo las manos sobre el suelo). "Es necesario también reforzar con ejercicios las articulaciones y los músculos del cuello, como se hace en el rugby, para evitar posibles traumatismos", destacó el doctor Bellomío. Médicos y aficionados coinciden en que para aprender a patinar es importante no tener miedo a caerse y, en ese sentido, contar con la protección es fundamental.
- ¿A qué ejercicio puede asimilarse?
Andar en rollers es mucho más intenso que, por ejemplo, correr, andar en bicicleta o en skate porque requiere más contracciones y, por ende, un mayor esfuerzo muscular. "¿Cómo saber dónde está el límite? Como en cualquier otro deporte o ejercicio: lo marca el cansancio del organismo. Tratar de ir superando paulatinamente ese nivel es el desafío", consideró ante la consulta de LA GACETA el médico deportólogo Cayetano Bellomío. Según páginas especializadas, si se patina 30 minutos a una velocidad estable se queman unas 285 calorías. Hay que hidratarse, sobre todo si se va a patinar durante mucho tiempo y hace calor. No hay que ir más allá de las habilidades personales.
- ¿Qué importancia tiene la elongación?
Es fundamental, como en todo deporte, no solamente para la práctica sino también para la prevención de lesiones, que son más posibles de sufrir si la persona tiene un rango mínimo de apertura. No hay ninguna elongación específica para después de patinar, indicó Bellomío: "lo que se sugiere es estirar toda la musculatura y, en especial, la de los miembros inferiores. Normalmente, al deportista lo aburre, pero es importante". Los ejercicios deben realizarse lentamente, sin apurarse, y llevando cada movimiento muscular al máximo de estiramiento. Mantener entre 15 y 20 segundos y relajar.