DUNEDIN, Nueva Zelanda.- Día de descanso para Los Pumas. Momento ideal para ir planificando el duelo del sábado contra Rumania. "El pronóstico indica que hará frío y lloverá. Eso nos complica un poco los planes", explicó el entrenador Santiago Phelan, que ya definió el equipo titular, pero aún le queda establecer cómo hará el seleccionado argentino de rugby para quedarse con un triunfo y el punto bonus que le permita dar un paso importante hacia la clasificación.
La delegación, para el duelo que comenzará a las 0.30, abandonará el estadio techado de Otago para presentarse en el Rugby Park de Invercargill. Y los pronósticos meteorológicos van en contra del Plan A: desplegar un juego abierto para evitar la dureza del pack de forwards rumanos.
Marcelo Bosch, uno de los que jugará de titular en este cotejo, tiene muy en claro lo que pasará el sábado. "Si hay buenas condiciones climáticas atacaremos. Mover la pelota es lo que a los tres cuartos nos gusta, pero si el clima no lo permite y hay viento con lluvia haremos un juego más corto, de menos fases, y más frontal", reconoció en una nota que se publicó en la página oficial del certamen.
El medio scrum Nicolás Vergallo, como encargado de distribuir el juego, también está listo para el choque. "Lo más probable es que llueva, que hace todo más difícil; la idea es mover un poco la pelota, pero hay que ver si el clima nos deja, al igual que el rival", destacó.
Lucas González Amorosino, el otro debutante de Los Pumas, también está un poco molesto por este contratiempo. "Los backs del equipo son jugadores con cualidades especiales que les gusta mover la guinda de un lado a otro. De todas maneras, tendremos que ingeniárnoslas para sorprender a los rumanos", concluyó.
Los integrantes del plantel disfrutaron ayer de su segundo día de descanso desde que llegaron a estas tierras. Mañana entrenarán a primera hora, almorzarán y partirán hacia Invercargill, ubicada a unos 180 kilómetros de donde están alojados. Otro desafío los espera. (Especial)