Ascárate merece recibir una explicación

No soy hombre del rugby, pero me interesa el desarrollo de los deportistas tucumanos. He seguido con atención el trabajo de Gabriel Ascárate, que se constituyó en figura de Los Pampas XV y de la preselección de Los Pumas, a tal punto que viajó con el equipo a Gales y jugó de titular en un partido. Lamentablemente quedó como número 31 y como primer suplente en el equipo que nos representa en el Mundial de Nueva Zelanda. Es un jugador que se dedica a destajo a esta actividad y a quien las críticas periodísticas siempre valoraron sus condiciones. Cuando el sábado se lesiona Gonzalo Tiesi, se le brinda la oportunidad de engancharse en el equipo. Sin embargo, sin mediar explicación se designa a otro jugador, quedando nuevamente fuera del plantel. Es de esperar que llegue esa explicación y que al jugador que ahora padece la depresión propia del que se lo ha despojado de un lugar para el que había hecho merecidos méritos, sea al menos reconocido. Es de suponer que no se lo desplazó por el viejo y mentado concepto de que como no es porteño, no es bueno. No lo conozco al deportista y sólo me lleva la intención brindarle mis palabras de aliento a un valor de esta tierra que merece el mayor de los respetos. Mediante estas líneas lo insto a que siga luchando. Seguramente se le brindará la oportunidad que ahora se le ha negado y que sepa que es un orgullo del deporte provincial.