Estrés y gérmenes, esos malos colegas de oficina

Arranca un mes en el que las enfermedades respiratorias pueden atentar contra la productividad de las empresas. Se trata de un período en el que el ausentismo es moneda corriente. Los expertos sugieren algunas herramientas para combatir este flagelo: desde una buena ventilación del lugar de trabajo, pasando por el aseo permanente y hasta ejercicios de relajación.

MALA POSTURA. Causa fatiga en el personal y baja la productividad. MALA POSTURA. Causa fatiga en el personal y baja la productividad.
02 Agosto 2011
Un ámbito colmado de gérmenes, con escasa ventilación y demasiado estrecho para tanto personal. Como si esto fuera poco un jefe que, con sus directivas, suele despertar en más de un empleado ese colega tan visible en la oficina llamado estrés. El problema cuando la empresa se enferma es que hay menos productividad. Por eso, los expertos consultados por LA GACETA afirman que la prevención y las políticas de relajación temporal de los empleados pueden contribuir a disminuir los índices de ausentismo y de enfermedad.

Un estudio elaborado por la Universidad de Massachusetts, publicado por el "Wall Street Journal", reveló que aquellos empleados que trabajan más horas en la oficina tienen un 61% más de probabilidades de exponerse a enfermedades transmitida por gérmenes. Y sólo por compartir el teléfono, el teclado de la PC, un estornudo o un estado gripal que luego se expande. No en vano, los facultativos sostienen que tres de cada cuatro trabajadores optan por ir al trabajo aún enfermos.

"Las enfermedades respiratorias son la causa principal del ausentismo laboral", señala a LA GACETA Sabino Bertoli, director del Servicio de Salud Ocupacional de la Provincia. "Y se trata de una de las enfermedades muy difícil de controlar, pero de fácil contagio para el resto de la población laboral", puntualiza el profesional.

Un resfrío o un síndrome gripal puede llevar a un empleado a ausentarse entre dos a 10 días, de acuerdo con la gravedad del problema. "Y eso seguramente atentará contra la productividad de la repartición o de la empresa", considera Bertoli. El mecanismo más directo para luchar contra los gérmenes y ciertas enfermedades respiratorias son la higiene y una buena ventilación en la oficina, dice el médico. No está demás tener un frasco con alcohol para desinfectarse las manos cada vez que se usa el teléfono o la PC.

Bertoli, a su vez, considera que este mes que se inicia es de cuidado para el ambiente laboral. "Agosto suele llegar con mucho frío y con varias pestes", indica.

Común denominador

Las enfermedades laborales están siempre relacionadas con el tipo de actividad que se desempeñan. Pero el estrés es el común denominador en todos los ámbitos, puntualiza Serafín Vera, director de la carrera de Posgrado de la Especialización en Medicina del Trabajo de la UNT.

"Muchas veces las empresas no le dan demasiada importancia al tema de la relajación muscular de las personas que trabajan dentro de ella. Es necesario hacer un corte preciso en un momento determinado de la jornada laboral para favorecer un mejor clima interno y apaciguar los riesgos de estrés organizacional", afirma. Mejorar la administración del tiempo y dormir lo suficiente contribuyen a disminuir los riesgos de este flagelo.

Vera recalca que los hábitos de trabajo dentro de una oficina también implican rigidez en la postura corporal -si se trabaja en atención al público y con una computadora- con alteraciones musculares y hasta psicológicas por una mala posición al momento de sentarse. Lo más común, en este caso, es que un empleado llegue al extremo de someterse a una cirugía del túnel carpiano con la consecuencia pérdida temporal del empleado mientras dure la rehabilitación.

El estrés, no obstante, tiene distintas etapas de gravedad. "Cuanto mayor es el rango de la persona, mayor es el nivel de estrés que puede acumular", sostiene la psicóloga laboral, María Isabel Pérez Jáuregui. Claro que esto implicará un efecto en cadena en el resto del equipo de trabajo si no se toman las medidas correctivas a tiempo.

"Las organizaciones deben comprender que las pérdidas económicas pueden ser cuantiosas si no se adopta un plan para el tratamiento temprano del estrés", advierte. Las capacitaciones grupales preventivas son un primer paso para evitar que las enfermedades laborales, como el estrés, se propaguen y se enquisten dentro de la empresa.

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