01 Junio 2011
SORPRENDIDOS. La pareja de canes nunca antes había atacado a ninguno de los miembros de la familia. LA GACETA / OSVALDO RIPOLL
CONCEPCIÓN.- Gino, un pitbull de tres años, fue el que mató el lunes a Nicolasa Quinteros, de 89 años en el barrio 22 viviendas de Villa Belgrano, en Juan Bautista Alberdi. Este animal con otro de la misma raza, pero hembra y al que llamaban Junet (de 8 meses), fueron adquiridos por la familia por seguridad, ya que, según dijeron parientes de la víctima, en la zona hay muchos robos.
En el momento del ataque la mujer estaba sola. Su yerno José María Arriola (dueño del animal) y su esposa, tenían una fiesta en el jardín de su hijo de cinco años. Confiaban plenamente en los animales. Tanto que casi nunca eran atados.
"Esto fue terrible. Creemos que la abuela habría golpeado con una caña a la hembra, para que se fuera al fondo y entonces el macho reaccionó atacándola. No tenemos otra explicación, nunca antes agredió a ninguno de la familia", dijo Juan Arriola, hermano de José.
El hombre tiene también un pitbull en su casa, según dijo. Ahora no sabe qué hará con ese can. "Tenemos esa clase de animales por los ladrones que no te dejan nada. Todos los días hay robos", argumentó. Nicolasa murió a poco de ingresar en el hospital de Alberdi, por las heridas profundas en el cuello, el rostro y la cabeza.
La víctima fue rescatada a duras penas de entre las fauces de Gino. "Escuché los gritos y salí. El animal la tenía agarrada del cuello. Con otros vecinos le pegamos con un palo al perro, pero no la soltaba. Nos costó un rato rescatarla a la pobre" comentó Ricardo Aún, que vive al lado de la casa de la víctima. "El animal estaba enloquecido, con los ojos rojos. Cuando se la llevaba al hospital, el perro se dedicó a lamer la sangre que había quedado en el suelo", añadió.
Conmocionados
En Villa Belgrano el caso conmocionó a la población. Ayer a la tarde los restos de la víctima fueron inhumados en el cementerio de Alberdi. "Es increíble como vino a morir. A pesar de su edad se la veía muy bien, activa. Andaba de un lado a otro de la casa. No le faltaba qué hacer", comentó un vecino.
Los dos pitbulls, en tanto, permanecían encerrados en una celda de la comisaría local. "Estamos por llevarlos al Instituto Antirrábico de la Capital. De acuerdo con la ley, los tendríamos que tener aquí en depósito judicial. Pero al no haber un espacio adecuado, seguramente lo dejaremos en la sección canes", explicó el jefe de comisaría Víctor Giménez.
"Cuando queden alojados en el instituto se los observará durante 10 días para determinar si presentan síntomas de rabia. Caso contrario, serán devueltos a sus propietarios. Si no son reclamados por sus dueños, será la Justicia quien determine su destino", explicó Sebastián Rivadeneira, veterinario del Instituto Antirrábico.
En el pueblo los robos frecuentes obligaron a los vecinos a tener en su casa perros peligrosos. Ahora, un grupo quiere que se erradique a esos animales. "No sólo hay pitbulls. También hay dogos y rottweiler. Con lo que pasó, les pedimos a sus dueños que los mantengan atados", dijo el comisario Giménez, que negó que en ese barrio se produzcan robos que justifiquen la tenencia de este tipo de animales. (C)
En el momento del ataque la mujer estaba sola. Su yerno José María Arriola (dueño del animal) y su esposa, tenían una fiesta en el jardín de su hijo de cinco años. Confiaban plenamente en los animales. Tanto que casi nunca eran atados.
"Esto fue terrible. Creemos que la abuela habría golpeado con una caña a la hembra, para que se fuera al fondo y entonces el macho reaccionó atacándola. No tenemos otra explicación, nunca antes agredió a ninguno de la familia", dijo Juan Arriola, hermano de José.
El hombre tiene también un pitbull en su casa, según dijo. Ahora no sabe qué hará con ese can. "Tenemos esa clase de animales por los ladrones que no te dejan nada. Todos los días hay robos", argumentó. Nicolasa murió a poco de ingresar en el hospital de Alberdi, por las heridas profundas en el cuello, el rostro y la cabeza.
La víctima fue rescatada a duras penas de entre las fauces de Gino. "Escuché los gritos y salí. El animal la tenía agarrada del cuello. Con otros vecinos le pegamos con un palo al perro, pero no la soltaba. Nos costó un rato rescatarla a la pobre" comentó Ricardo Aún, que vive al lado de la casa de la víctima. "El animal estaba enloquecido, con los ojos rojos. Cuando se la llevaba al hospital, el perro se dedicó a lamer la sangre que había quedado en el suelo", añadió.
Conmocionados
En Villa Belgrano el caso conmocionó a la población. Ayer a la tarde los restos de la víctima fueron inhumados en el cementerio de Alberdi. "Es increíble como vino a morir. A pesar de su edad se la veía muy bien, activa. Andaba de un lado a otro de la casa. No le faltaba qué hacer", comentó un vecino.
Los dos pitbulls, en tanto, permanecían encerrados en una celda de la comisaría local. "Estamos por llevarlos al Instituto Antirrábico de la Capital. De acuerdo con la ley, los tendríamos que tener aquí en depósito judicial. Pero al no haber un espacio adecuado, seguramente lo dejaremos en la sección canes", explicó el jefe de comisaría Víctor Giménez.
"Cuando queden alojados en el instituto se los observará durante 10 días para determinar si presentan síntomas de rabia. Caso contrario, serán devueltos a sus propietarios. Si no son reclamados por sus dueños, será la Justicia quien determine su destino", explicó Sebastián Rivadeneira, veterinario del Instituto Antirrábico.
En el pueblo los robos frecuentes obligaron a los vecinos a tener en su casa perros peligrosos. Ahora, un grupo quiere que se erradique a esos animales. "No sólo hay pitbulls. También hay dogos y rottweiler. Con lo que pasó, les pedimos a sus dueños que los mantengan atados", dijo el comisario Giménez, que negó que en ese barrio se produzcan robos que justifiquen la tenencia de este tipo de animales. (C)
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