27 Abril 2011 Seguir en 
LA GACETA / FOTOS DE ANALIA JARAMILLO
Entrada y salida.- Creo que va a resultar perjudicial para nosotros porque serán cuatro calles las que salgan del microcentro (San Martín, Córdoba, Mendoza y pasaje Padilla) y dos las que entren (24 de Septiembre y San Juan) ¿Sabés cómo se van a poner esas dos calles? Por ahí sí que no se va a poder transitar", opinó Carlos Lencina, un taxista apostado en Mendoza y Junín.
Ancho suficiente.- Corrientes al 1.000, cuadra en la que se encuentra la estación del ferrocarril, será doble mano (foto de arriba).
Un largo camino.- Para la empresa Flores (pasaje Padilla, foto de abajo) representa un dolor de cabeza. "Va a resultar muy complicado. Para llegar con un servicio no nos quedará otra opción que venir por Junín desde 24 de Septiembre. Si son las 9 de la mañana vamos a tener que pasar por la cuadra del Mercado del Norte, seguro que vamos a demorar, por lo menos una hora", se quejó Segundo Martínez, gerente de la empresa.
Temen perder clientes.- En un estacionamiento ubicado sobre calle Mendoza la noticia les cayó como baldazo de agua fría. "¿Qué? Nos va a perjudicar un montón. Nosotros tenemos la mayoría de clientes mensuales que, justamente, nos eligen porque les resulta cómodo y están a pasos del centro. Ahora no creo que les convenga tener que manejar cuatro cuadras con el tránsito como está para llegar hasta aquí. ¿Quién va a venir?", se lamentó Pedro Ovejero, encargado del estacionamiento.
La culpa es de otros.- Manuel Esteban, un taxista que descansa en la parada sobre Mendoza, se rasca la cabeza y pregunta: "¿con esto creen que van a ordenar el tránsito? No, no. Yo creo que lo que se debería hacer es sacar a los autos particulares, directamente que no ingresen al centro o hacer como en Salta, que trasladaron todas las oficinas públicas", apuntó. "Lo mismo, creo que deberían revisar si no hay muchos taxis truchos, porque no puede ser que haya licencias que comiencen con 7.000, me parece mucho", agregó.
Los beneficiados.- Según la mayoría de los encargados y dueños de estacionamientos, las que se verán beneficiadas con este reordenamiento del tránsito serán las guarderías ubicadas sobre 24 de Septiembre, Laprida y San Juan que, de alguna manera, bordean las arterias más caóticas. Pero ellos ven que la solución pasa por otro lado. "Lo mejor es prohibir el ingreso de los taxistas, son muchos y generan el mayor congestionamiento", indicaron.
Mi estacionamiento, un pasillo.- La gran preocupación de Osvaldo Aguirre, dueño de un estacionamiento sobre pasaje Padilla, es que algunos conductores avivados utilicen su estacionamiento como un pasillo para poder cruzar de San Juan al pasaje y así evitar el ingreso al centro. "Ya me pasó hace mucho cuando el pasaje tenía otra mano. Tuve que poner la cabina en la entrada del pasaje, ahora voy a tener que trasladarla otra vez por las dudas", comentó.
Una cuestión de costumbre.- "Creo que la gente busca la comodidad de estacionar de forma rápida, por eso eligen guarderías que normalmente quedan cerca de donde van y evitan meterse al centro. Hasta que se acostumbren a los cambios va a pasar un tiempo, pero después van a volver. Lo que realmente me parece que sería lo mejor, si lo que quieren es reordenar el microcentro, sería desviar algunas líneas de ómnibus. Es impresionante la cantidad de líneas que pasan por la calle Salta; en horas pico cada línea tiene de cinco a ocho colectivos", analizó César Martínez, de un estacionamiento sobre el pasaje Padilla.
Un respiro, más minutos.- Sobre el pasaje 2 de Abril, Rodrigo Espinosa está haciendo descender a un pasajero. "Creo que el cambio de mano va a ser bueno porque va a permitir salir rápido de calle Las Piedras y así vamos a ganar algunos minutos. La verdad es que esta calle (por Las Piedras) es muy lenta, especialmente por culpa de los colectivos. Cuando te metés por aquí ya sabés que vas perder un montón de tiempo y eso a los clientes les molesta mucho, pero a veces no queda otra", explicó.
Ancho suficiente.- Corrientes al 1.000, cuadra en la que se encuentra la estación del ferrocarril, será doble mano (foto de arriba).
Un largo camino.- Para la empresa Flores (pasaje Padilla, foto de abajo) representa un dolor de cabeza. "Va a resultar muy complicado. Para llegar con un servicio no nos quedará otra opción que venir por Junín desde 24 de Septiembre. Si son las 9 de la mañana vamos a tener que pasar por la cuadra del Mercado del Norte, seguro que vamos a demorar, por lo menos una hora", se quejó Segundo Martínez, gerente de la empresa.
Temen perder clientes.- En un estacionamiento ubicado sobre calle Mendoza la noticia les cayó como baldazo de agua fría. "¿Qué? Nos va a perjudicar un montón. Nosotros tenemos la mayoría de clientes mensuales que, justamente, nos eligen porque les resulta cómodo y están a pasos del centro. Ahora no creo que les convenga tener que manejar cuatro cuadras con el tránsito como está para llegar hasta aquí. ¿Quién va a venir?", se lamentó Pedro Ovejero, encargado del estacionamiento.
La culpa es de otros.- Manuel Esteban, un taxista que descansa en la parada sobre Mendoza, se rasca la cabeza y pregunta: "¿con esto creen que van a ordenar el tránsito? No, no. Yo creo que lo que se debería hacer es sacar a los autos particulares, directamente que no ingresen al centro o hacer como en Salta, que trasladaron todas las oficinas públicas", apuntó. "Lo mismo, creo que deberían revisar si no hay muchos taxis truchos, porque no puede ser que haya licencias que comiencen con 7.000, me parece mucho", agregó.
Los beneficiados.- Según la mayoría de los encargados y dueños de estacionamientos, las que se verán beneficiadas con este reordenamiento del tránsito serán las guarderías ubicadas sobre 24 de Septiembre, Laprida y San Juan que, de alguna manera, bordean las arterias más caóticas. Pero ellos ven que la solución pasa por otro lado. "Lo mejor es prohibir el ingreso de los taxistas, son muchos y generan el mayor congestionamiento", indicaron.
Mi estacionamiento, un pasillo.- La gran preocupación de Osvaldo Aguirre, dueño de un estacionamiento sobre pasaje Padilla, es que algunos conductores avivados utilicen su estacionamiento como un pasillo para poder cruzar de San Juan al pasaje y así evitar el ingreso al centro. "Ya me pasó hace mucho cuando el pasaje tenía otra mano. Tuve que poner la cabina en la entrada del pasaje, ahora voy a tener que trasladarla otra vez por las dudas", comentó.
Una cuestión de costumbre.- "Creo que la gente busca la comodidad de estacionar de forma rápida, por eso eligen guarderías que normalmente quedan cerca de donde van y evitan meterse al centro. Hasta que se acostumbren a los cambios va a pasar un tiempo, pero después van a volver. Lo que realmente me parece que sería lo mejor, si lo que quieren es reordenar el microcentro, sería desviar algunas líneas de ómnibus. Es impresionante la cantidad de líneas que pasan por la calle Salta; en horas pico cada línea tiene de cinco a ocho colectivos", analizó César Martínez, de un estacionamiento sobre el pasaje Padilla.
Un respiro, más minutos.- Sobre el pasaje 2 de Abril, Rodrigo Espinosa está haciendo descender a un pasajero. "Creo que el cambio de mano va a ser bueno porque va a permitir salir rápido de calle Las Piedras y así vamos a ganar algunos minutos. La verdad es que esta calle (por Las Piedras) es muy lenta, especialmente por culpa de los colectivos. Cuando te metés por aquí ya sabés que vas perder un montón de tiempo y eso a los clientes les molesta mucho, pero a veces no queda otra", explicó.
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