El G-20 acuerda un plan para detectar riesgos en economía global

El G-20 acuerda un plan para detectar riesgos en economía global

Los altos precios del petróleo, la crisis de la deuda en algunos países desarrollados y los disturbios en Oriente Medio, son los condicionantes.

POSTURA. Bernanke y Geithner no ven grandes riesgos para el crecimiento. REUTERS POSTURA. Bernanke y Geithner no ven grandes riesgos para el crecimiento. REUTERS
16 Abril 2011
WASHINGTON.- Los países del G-20 acordaron ayer un plan para identificar a los países cuyas políticas podrían poner a la economía mundial en riesgo en caso de que no sean controladas de manera efectiva. Según el plan, cifras sobre deuda, necesidades de financiamiento y sobre la balanza comercial serán incorporadas a modelos computacionales para determinar si las políticas de un país deberían ser sujetas a una supervisión especial.

El Grupo de las 20 mayores economías desarrolladas y emergentes del mundo (G-20), el principal foro mundial de coordinación económica, quiere hallar maneras de aislar a la economía de algunos desequilibrios que llevaron a la crisis del 2007-2009. Es probable que estas propuestas necesiten ser afinadas antes de que sean presentadas a los líderes del G-20 en la reunión del otoño boreal, que tendrá lugar en Cannes, con Francia como país anfitrión.

Sin embargo, este plan todavía podría enfrentar baches en el camino, particularmente si crece la suspicacia de China de que pudiera haber una nueva embestida estadounidense para que el yuan se aprecie más rápidamente. Un alto funcionario chino dijo que su país sólo reformaría su tipo de cambio a su propio ritmo.

El acuerdo logrado por el G-20 sobre los riesgos para el crecimiento global es una hazaña considerable dada la magnitud de otras amenazas inmediatas, como son los altos precios del petróleo, la crisis de la deuda en algunos países desarrollados y los disturbios en Oriente Medio.

Sin embargo, un potencial defecto del pacto alcanzado es que los países no se verán vinculados a seguir ninguna recomendación que emerja del seguimiento de sus políticas, aunque los funcionarios esperan que baste con la presión ejercida.

En tanto, los responsables de finanzas de Europa bajaron el perfil a la noción de que Grecia esté al borde de necesitar una reestructuración del rescate recibido por parte del FMI y la Unión Europea, aunque los mercados apuestan a que esto ocurrirá en algún momento. Hay una brecha entre las grandes economías emergentes, conocidas como Brics, Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, y las economías desarrolladas como Estados Unidos.

Los líderes de los cinco países Brics mantuvieron sus peticiones para que el sistema monetario sea menos dependiente del dólar durante una reunión que mantuvieron esta semana en China.

El gobernador del banco central de China, Zhou Xiaochuan, no asistió a la cumbre del G-20 para acoger la reunión del grupo de los BRICS, aunque se aseguró que su voz fuera escuchada en Washington en todo lo relativo a la reforma del tipo de cambio, que reiteró que será gradual. Las autoridades de Estados Unidos aseguraron en vísperas de la reunión del G-20 que la flexibilidad del tipo de cambio era vital para corregir superávits comerciales excesivos.

Los miembros del G-20 también consideraron incluir otras monedas a la unidad de contabilidad del FMI, denominada Derechos Especiales de Giro y que actualmente está compuesta por el dólar, la libra esterlina, el yen y el euro. Sin embargo, hay opiniones que apuntan hacia que la inclusión del yuan chino sería un paso hacia la conversión del SDR en una reserva de divisas, una posición que ahora es ostentada por el dólar. (Reuters)

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