NO ANOTA, PERO COLABORA. Cristian Chávez no se cansó de asistir a sus compañeros para que conviertan. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ
El Atlético modelo Adrián Czornomaz quedó al descubierto. Los hinchas celebraron el triunfo, pero quedaron con el corazón en la mano. Más allá del espíritu ofensivo que intentó impregnarle el técnico, el "decano" volvió a sufrir por la falta de contundencia de sus delanteros. Pero demostró que va por el buen camino, ya que al menos creó las situaciones necesarias para conseguir una victoria que terminó siendo importantísima.
A pesar de haber comenzado a los tropezones, los de 25 de Mayo y Chile terminaron imponiendo su juego con un 4-3-3. Al "Pirata" le salió bien la apuesta de incluir el trío Luis Rodríguez-Cristian Chavez-Héctor Alvarez para inquietar al "halcón" porque fueron ellos los que terminaron marcando las diferencias. Eso sí, ofreció demasiadas ventajas a la hora de contener al rival.
Consciente de que la noche se le podía venir en cualquier momento, Czornomaz no se puso colorado y cambió de estrategia en el complemento: paró un 4-4-2 para tratar de frenar a Defensa. Con este sistema táctico el equipo no se mostró tan punzante, pero inquietó cada vez que Chávez generó juego. Le faltó dar la puntada final para acabar con el sufrimiento que generaba cada ataque de la visita.
Ya está. La ansiedad al debut quedó atrás. Hay muchas cosas por corregir, pero nadie le puede quitar la alegría al cuerpo técnico, al plantel y a los simpatizantes. El "decano" finalmente pudo festejar un triunfo en su casa por primera vez en el año. Se acordó lo que es ganar dos partidos consecutivos y se aferró al puesto de promoción y ahora cruza los dedos para que los de arriba cedan uno o más puntos.
A pesar de haber comenzado a los tropezones, los de 25 de Mayo y Chile terminaron imponiendo su juego con un 4-3-3. Al "Pirata" le salió bien la apuesta de incluir el trío Luis Rodríguez-Cristian Chavez-Héctor Alvarez para inquietar al "halcón" porque fueron ellos los que terminaron marcando las diferencias. Eso sí, ofreció demasiadas ventajas a la hora de contener al rival.
Consciente de que la noche se le podía venir en cualquier momento, Czornomaz no se puso colorado y cambió de estrategia en el complemento: paró un 4-4-2 para tratar de frenar a Defensa. Con este sistema táctico el equipo no se mostró tan punzante, pero inquietó cada vez que Chávez generó juego. Le faltó dar la puntada final para acabar con el sufrimiento que generaba cada ataque de la visita.
Ya está. La ansiedad al debut quedó atrás. Hay muchas cosas por corregir, pero nadie le puede quitar la alegría al cuerpo técnico, al plantel y a los simpatizantes. El "decano" finalmente pudo festejar un triunfo en su casa por primera vez en el año. Se acordó lo que es ganar dos partidos consecutivos y se aferró al puesto de promoción y ahora cruza los dedos para que los de arriba cedan uno o más puntos.








