Ganó porque pegó primero

Atlético estaba para golear a Defensa, pero cambió de rol en el complemento y casi lo paga

POR ACÁ NO. Buffarini busca el 2 a 0, pero Perafán le dirá que no. El 1 del halcón ganó todas, menos una. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ POR ACÁ NO. Buffarini busca el 2 a 0, pero Perafán le dirá que no. El 1 del "halcón" ganó todas, menos una. LA GACETA / ENRIQUE GALINDEZ
Leo Noli
Por Leo Noli 08 Abril 2011
Los goles no se merecen, se hacen. Ahí está la verdad de la milanesa para arrancar con este relato cuya estrella será Atlético. Claro, ganó y por eso el cuento es suyo. Así lo afirman los sabios: "los perdedores no escriben las historias". La sortija no vuela a casa gratis; hay que saber robarla. Bueno, esa quizás fue la única diferencia entre el uno pintado en la marquesina del anfitrión y el cero redondo del visitante. La efectividad no merodeó 25 de Mayo y Chile, pero sí lo hizo el vértigo, la adrenalina y un cúmulo de hierbas capaces de hacer desbocar hasta al más calmo del barrio.

El "decano" hizo la del "Pirata". No preguntó absolutamente nada y entró cual terrateniente a las tierras del extremadamente efectivo de Martín Perafán. Fue una luz el "halcón" número uno. Tapó hasta las imposibles cuando entró en calor con el clima de un partido de ida y vuelta sin descanso ni tiempo para respirar. Pero para su lamento, el hombre de las ocho manos, una ventosa al momento de hacerse del balón en los mano a mano, el 2 x 1 fue demasiado para él.

Chávez, enojadísimo consigo mismo por haber fallado un duelo previo, encaró por izquierda, levantó la cabeza y se la colgó a Álvarez. Brillante sesión a la referencia albiceleste y gol de manual: corrida desesperada de Martín para tapar el hueco y cabezazo a contrapierna de Héctor. A cobrar. Impecable. Esa conquista a los 8? del arranque invitaba a soñar, a palpitar una sacudida nunca antes vista. Error. Nada qué ver. Los de Varela sacaron pecho y fueron al bulto; embistieron a su manera. Si no volvieron al sur del Gran Buenos Aires con una tajada del premio fue porque Ischuk se negó a regalarles el pan de cada día y porque sus puntas usaron botines de algodón.

El karma negativo le cayó todito a Atlético en el complemento. El nuevo esquema salió sin fritas y con cero creatividad. Se equivocó al armar contras y lo acorralaron al vicio. Después despertó y volvió a arremeter con un Chávez bañado en generosidad e inteligencia para desmembrar el nido de un "halcón" caído, pero jamás vencido.

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