En Tucumán se come con mucha sal

Juan Carlos Toledo, mozo desde hace 37 años (trabaja en una confitería céntrica) asegura que los tucumanos consumen muchísima sal y que con frecuencia, los comensales antes de probar el plato le agregan el condimento. "Como enfermo hipertenso, me parece bien la iniciativa, porque la gente tiene que tomar conciencia del daño que la sal provoca a la salud. Diría que un 60% de los comensales piden sal hayan probado o no la comida", afirmó.

Francisco Parodi, encargado de un restaurante céntrico considera que sería muy difícil no poner sal en la mesa cuando se sirven ensaladas. "Siempre la condimenta el comensal", explica. Agregó que, por lo general, quienes sufren problemas de salud acostumbran pedir que el plato salga con menos o con nada de sal. "También está la opción de la sal light, que está a disposición de los clientes siempre", finalizó.

En donde sí podría ser un problema la medida que se plantea es en las parrilladas. "La gran mayoría de los clientes nos pide que le pongamos mucha sal a la carne", dice Ariel Ibáñez, encargado de una parrillada del centro. Además de condimentar las ensaladas, el empleado dice que en la mesa no puede faltar la sal para el asado. "En proporción, es mucha más la gente que nos pide que le pongamos mucha sal a la gente que le pide que le pongamos poca", asegura Ibáñez.