Los de mesa cada vez se venden más

Los de mesa cada vez se venden más

Aseguran que se incrementó casi un 30%.

24 Enero 2011
En plena era digital, los juegos en red y los de realidad virtual no han podido destronar a los tradicionales juegos de mesa, donde el contacto es cara a cara. Desde 2008 hasta hoy, los vendedores de juguetes aseguran que aumentó entre un 25 y un 30% la venta de estos juegos.

Algunos han sido reeditados con nuevos colores y presentaciones más modernas, pero siguen siendo los clásicos como el Carrera de mente, Estanciero o TEG. De hecho, este último juego tiene un grupo de fanáticos en Buenos Aires (www.ligadeteg.com.ar) que sábado de por medio se juntan en un bar de Villa Urquiza en Buenos Aires y organizan campeonatos que duran varias horas.

Patricia Toro, vendedora de una juguetería, asegura que todavía compran mucho los yo-yo, la soga y el cubo mágico, clásicos de la infancia.

Los juegos de mesa son los que menos variaron en los gustos de la gente. "Suelen ser para todas las edades", destaca Toro.

Los piden porque pasaron de generación en generación, los abuelos y los padres le enseñaron a sus hijos y ahora, estos vuelven buscarlos. "Los juegos de mesa que más quieren los chicos, muchas veces ya son conocidos por ellos, porque sus familiares o los de sus amigos los tienen. Por eso, suelen ser los más tradicionales como el Ludo, las Damas o el Juego de la Oca", concluyó la empleada.

Entre los juegos de mesa que no han perdido vigencia, también está la Generala que se juega con cinco dados y que, según las coincidencias, se puede armar escalera, full, póker y generala. También, los que son con cartas: como la escoba al 15, la Loba, la Casita robada, el Chinchón y los infaltables Truco y Póker.

Los tableros, las fichas y los dados, son pasiones que no han pasado de moda y que son una muy buena opción para pasar varias horas entretenidos con los más chicos y que no sea frente a la PC o al televisor.

Lo curioso es que los picos de venta se dieron durante las alertas por gripe A y otras enfermedades, cuando la gente prefería resguardarse en sus casas.

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