Está en la mira de muchos programas. Pero, por el momento, sigue siendo testigo de cómo la droga consume los días de sus jóvenes. Así presenta a La Costanera, monseñor Melitón Chávez, vicario general de la Diócesis. Desde hace tiempo trabaja en los barrios de la zona para llevar ayuda espiritual a la comunidad. Asegura que se han gestado muchas ideas, pero que aún se notan muy pocos cambios. Su mayor anhelo: que este año pueda concretarse el plan de hacer un playón deportivo en un terreno que hace más de dos años el Arzobispado le donó a la provincia.
Cuando en 2009 estalló el drama del altísimo consumo de drogas en La Costanera un grupo de seminaristas iniciaron su trabajo en la parroquia ubicada en el corazón del barrio. Además, visitan la casa de los vecinos para escuchar sus necesidades.
"La realidad de los jóvenes es muy dura. Su relación con la droga es fuerte. No hay espacio para ellos en el barrio, es difícil conseguir lugares en los que puedan hacer cosas recreativas para alejarse de las sustancias", explicó. Agregó que esta situación, unida a la pobreza extrema en la que viven, torna muy compleja la problemática.
Chávez recordó que el Arzobispado dispuso de tres lotes para que el Gobierno realizara un jardín maternal y un mini complejo deportivo. "Pasó un año para que aceptaran la donación. Me reuní con autoridades de Educación y de Desarrollo Social y me dijeron que se están tramitando los proyectos", comentó.
Monseñor sostuvo que las áreas que más deben reforzarse en estos barrios tienen que ver con la salud y el desarrollo social. "Los jóvenes tienen que tener en qué ocupar su tiempo", apuntó, y luego añadió que se debe ampliar la oferta educativa. "No hay secundaria. Actualmente los chicos que terminan la primaria deben ir a otro barrio y los padres no los dejan, prefieren que se queden trabajando. Hace poco entró un pedido oficial de los vecinos para que en la escuela de la zona se puedan dictar, aunque sea, uno o dos cursos del nivel superior", precisó.
La última Navidad, Chávez decidió pasar la noche en La Costanera. En su mensaje destacó que muchos jóvenes de esa zona se sienten abandonados, estigmatizados y marginados por el Estado y por la sociedad. Dijo que aunque todavía no se ven cambios la gente va tomando conciencia de que debe modificar su realidad. "Muchos piden ayuda para dejar la adicción y preguntan qué pueden hacer para alejarse del consumo", resaltó.