DOS QUE ESTABAN AL LÍMITE. Battaglia (10) y Fondacaro se cuidaron y no fueron amonestados. Los dos estarán en condiciones de jugar en La Ciudadela. LA GACETA / FRANCO VERA
Enrique Hrabina terminó con las manos rojas de tanto aplaudir. El técnico no paró de felicitar a sus jugadores. Tantos agradecimientos tienen su razón de ser. Su equipo se aseguró el triunfo y la punta del certamen -aunque sea por unas horas- en el primer tiempo, lo que le permitió regular fuerzas y cuidar hombres para el clásico.
Carlos Fondacaro y Sebastián Battaglia, los únicos del conjunto que llegaron al encuentro con cuatro amarillas acumuladas, se fueron a descansar muy rápido. Pasó lo mismo con Héctor Alvarez, que sigue de racha marcando en el Monumental y lució cansado en el complemento. El equipo bajó considerablemente el ritmo durante ese segmento, por más que terminó con dos hombre de más.
"Teníamos que cuidar a todos. Tomamos esa decisión y ahora podremos contar con el plantel completo para el clásico", destacó el entrenador. Reconoció que será un problema no poder entrenarse en el estadio debido a que el campo será utilizado para el recital de Marco Antonio Solís. El show se realizará el martes y anoche empezaron a montar el escenario.
"Eso nos va a complicar. Buscaremos el mejor lugar para practicar. No esta decidido si vamos a ir a San Javier. Con el correr de los días analizaremos las mejores opciones", advirtió el DT.
Hrabina está feliz con la producción del equipo. Hace cinco fechas que no pierde y lleva tres victorias consecutivas. La hinchada se ilusiona y el entrenador también. Lo dice en voz baja, pero su mayor satisfacción es que encontró la formación perfecta y los que reemplazan a lesionados o suspendidos lo hacen a la perfección. Gastón Stang, Sebastián Battaglia y Leandro Becerra son los mejores ejemplos. "Estamos en la punta, por más que faltan jugar Rafaela y San Martín de San Juan. Hay que estar tranquilos, haciendo mejor las cosas", comentó.
Hrabina no fue ajeno a lo que se vivió ayer en el Monumental. Durante casi todo el partido la hinchada entonó dos tipos de cantitos: unos anticipando la victoria sobre San Martín y los otros prometiendo regresar a Primera. "Desde que llegué a Tucumán todos me preguntan por este partido. Tenemos una gran confianza, que se apoya en la campaña", comentó Hrabina.
Fiel a su estilo de perfil bajo, el técnico de los "decanos" no quiere dar ningún tipo de pronóstico. Luciendo la camiseta de Boca jugó varios clásicos. "En este tipo de encuentros no importa el presente de cada equipo -recalcó-. Tampoco importan la historia ni las estadísticas. Hay que jugarlos con el alma y ganarlos".
Carlos Fondacaro y Sebastián Battaglia, los únicos del conjunto que llegaron al encuentro con cuatro amarillas acumuladas, se fueron a descansar muy rápido. Pasó lo mismo con Héctor Alvarez, que sigue de racha marcando en el Monumental y lució cansado en el complemento. El equipo bajó considerablemente el ritmo durante ese segmento, por más que terminó con dos hombre de más.
"Teníamos que cuidar a todos. Tomamos esa decisión y ahora podremos contar con el plantel completo para el clásico", destacó el entrenador. Reconoció que será un problema no poder entrenarse en el estadio debido a que el campo será utilizado para el recital de Marco Antonio Solís. El show se realizará el martes y anoche empezaron a montar el escenario.
"Eso nos va a complicar. Buscaremos el mejor lugar para practicar. No esta decidido si vamos a ir a San Javier. Con el correr de los días analizaremos las mejores opciones", advirtió el DT.
Hrabina está feliz con la producción del equipo. Hace cinco fechas que no pierde y lleva tres victorias consecutivas. La hinchada se ilusiona y el entrenador también. Lo dice en voz baja, pero su mayor satisfacción es que encontró la formación perfecta y los que reemplazan a lesionados o suspendidos lo hacen a la perfección. Gastón Stang, Sebastián Battaglia y Leandro Becerra son los mejores ejemplos. "Estamos en la punta, por más que faltan jugar Rafaela y San Martín de San Juan. Hay que estar tranquilos, haciendo mejor las cosas", comentó.
Hrabina no fue ajeno a lo que se vivió ayer en el Monumental. Durante casi todo el partido la hinchada entonó dos tipos de cantitos: unos anticipando la victoria sobre San Martín y los otros prometiendo regresar a Primera. "Desde que llegué a Tucumán todos me preguntan por este partido. Tenemos una gran confianza, que se apoya en la campaña", comentó Hrabina.
Fiel a su estilo de perfil bajo, el técnico de los "decanos" no quiere dar ningún tipo de pronóstico. Luciendo la camiseta de Boca jugó varios clásicos. "En este tipo de encuentros no importa el presente de cada equipo -recalcó-. Tampoco importan la historia ni las estadísticas. Hay que jugarlos con el alma y ganarlos".








