23 Agosto 2010
ANTES DEL ESTALLIDO. Gran cantidad de operarios seguían las maniobras del perforador, antes de conocerse la buena nueva. REUTER
5 de agosto: a las 20.30, en la mina San Esteban, se produjo un accidente -aún no sabe qué ocurrió- y quedaron enterrados 33 obreros, a 700 metros.
10 de agosto: el presidente Piñera solicita ayuda internacional para lograr rescatarlos, al constatar que es alta la probabilidad de derrumbes por las fallas.
12 de agosto: el Día del Minero se celebró con una misa en Copiapó. Asistió la primera dama Cecilia Morel, que instó a los rescatistas a "no perder la fe".
15 de agosto: dos máquinas de alta precisión que mandaron Australia y EEUU, inician la perforación del último tramo. Anticipan que las tarea serán complejas.
16 de agosto: Piñera anuncia que se toparon con una roca de 700.000 toneladas y paralizaron los trabajos. Crece la desesperanza. En Chile rezan por los obreros
21 de agosto: 12 técnicos decían que hacer contacto con los obreros iba a "llevar meses". Ayer, la angustia trastocó en alegría cuando sonda llegó al refugio.
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