Los chicos pidieron "menos mesas de exámenes"

Los chicos pidieron "menos mesas de exámenes"

Por la tarde, en el Salón Blanco, el ministro de Educación tuvo un diálogo "a calzón quitado" con doscientos alumnos tucumanos. En Tucumán, el jefe de la cartera educativa nacional desarrolló una agenda intensa. Preguntas, elogios y reclamos de los jóvenes.

SIN PROTOCOLO. Con Sileoni, los chicos se despacharon con todo, en un clima distendido. Al finalizar, todos querían la foto con el ministro. LA GACETA / ANTONIO FERRONI SIN PROTOCOLO. Con Sileoni, los chicos se despacharon con todo, en un clima distendido. Al finalizar, todos querían "la foto con el ministro". LA GACETA / ANTONIO FERRONI
06 Mayo 2010
"Señor ministro, el hecho de que haya muchas mesas examinadoras, ¿no deteriora la calidad educativa"?. La pregunta de una de los 200 alumnos que ayer dialogaron cara a cara con Alberto Sileoni parecía inesperada, viniendo, como venía, de una estudiante. Sucedió ayer en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, donde el ministro de Educación de la Nación y su equipo compartieron un diálogo cara a cara con alumnas y alumnos de colegios públicos y privados de Tucumán. Con Sileoni estuvieron, entre otros, la titular del Instituto Nacional de Educación Técnica (INET), Inés Almandoz, el director del canal Encuentro, Ignacio Hernáiz, y la ministra de Educación tucumana, Silvia Rojkés de Temkin.

Hubo muchas preguntas (algunas notoriamente dirigidas por un adulto aunque fueron las menos), de tenor diverso. Pero la pregunta que se repitió (y que movió al aplausómetro de la tribuna ) fue aquella referida a la cantidad de mesas que, para muchos alumnos, "premia al que no se esfuerza". También hubo algunos elogios para la gestión, reclamos puntuales por mejoras edilicias, demandas de espacios de orientación vocacional y de profundización de la figura del tutor y planteos por falta de medidas de seguridad en escuelas técnicas. Para todas las inquietudes hubo respuestas; en algunos casos, se les dio a los alumnos la razón, y se pidió tiempo. "Hay cosas que son más fáciles de resolver que otras: no se puede decir que en 18 meses vamos a resolver la cuestión de la calidad educativa", dijo Sileoni, en una de sus intervenciones. En otras, como en el caso de las mesas de exámenes, no coincidió con esas posturas, pero "tomó nota, como le dijo luego a LA GACETA.

"A mí no me sorprende lo que reclaman los chicos. Nosotros dialogamos con los que terminan la escuela; y nadie recuerda al profesor indolente, al que no le exige. Como dicen ellos, eso te ayuda a zafar un día. Pero el recuerdo para toda la vida les queda para el que les exige, para el que les ponga límites. Nosotros estamos de acuerdo con los límites. La discusión es si habilitar o no alguna oportunidad más de evaluación. Y, en principio, nosotros decimos que sí: y no creemos que se trate de medidas facilistas, o demagógicas. Queremos que los chicos terminen el secundario; no de cualquier manera, pero vamos a hacer lo posible por retenerlos del mejor modo posible. Precisamente, uno de los desafíos del secundario consiste en que los chicos permanezcan en la escuela; y que permanezcan estudiando, y recibiendo una educación de calidad".

"En nuestro equipo, estamos discutiendo si no tenemos que hacer señales más claras a los que cumplen; seguir apoyando a los que se nos caen; pero, al mismo tiempo, reconocerlos por distintos medios, que estamos analizando: pueden ser libros, puede ser un viaje a Buenos Aires....lo estamos analizando", admitió Sileoni.

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