17 Enero 2010
Un triunfo para todos los tucumanos
Rodolfo Bollero ganó el Dakar. Antes de iniciar su participación en la carrera más difícil del mundo el tucumano fue muy claro: completar todas las etapas y llegar a la meta era su objetivo. Por eso, su actuación puede considerarse una victoria. Y con un condimento sabroso, ya que fue el mejor argentino en la categoría de motos.
Nada fue igual y parece que nadie volverá a ser el mismo. Apenas el jefe de prensa atendió el teléfono, se notó que su tono de voz era diferente. Después, con el protagonista de una página histórica del deporte tuerca tucumano, la sensación quedó confirmada. Entre risas, momentos de silencio, algunos gritos y hasta insultos, Rodolfo Bollero dialogó con LA GACETA mientras se retiraba de La Rural. Ahora sí, oficialmente, como el mejor argentino en la categoría motos del inolvidable Rally Dakar 2010.
La previa telefónica antes del contacto con el piloto tucumano la hizo Marcos Sena, jefe de prensa del equipo. La espera se prolongó debido al lógico festejo y a que la multitud no liberaba a Bollero. Al piloto lo esperaron en La Rural su padre, Horacio, y su madre, Eugenia, junto con familiares y amigos que llegaron desde Tucumán. Con algunas lágrimas y envuelto en una bandera argentina Bollero saludó a los suyos.
Después llegó el turno de dialogar con LA GACETA. "Fue una etapa linda, muy tranquila", afirmó Bollero, que finalizó 31 en la general. Los últimos 206 kilómetros que unieron Santa Rosa con Buenos Aires no le generaron ninguna complicación al piloto de Los Peraltes Racing Team, ni a su KTM.
Solicitado
El diálogo se detuvo porque Bollero debió lidiar con el personal de seguridad que no dejaba ingresar a sus familiares. Pese al sobresalto nada empañó su buen humor. "Esto es inimaginable; estoy muy satisfecho con lo que logré", explicó el piloto, mientras los gritos de aliento crecían al salir de La Rural.
"Firmé 200.000 autógrafos, en mi vida firmé tanto", reconoció. Luego de arribar a la meta, Bollero sumó otra anécdota, porque además de autografiar un DNI, esta vez lo paró un padre con su bebé para inmortalizar el momento en una fotografía.
Como el ruido del ambiente tapaba la voz del tucumano la charla exigió una pausa, hasta que las cosas se calmaron.
Retomado el contacto, Bollero explicó la receta para lograr el objetivo. "La clave fue la constancia y mantener la cabeza en un objetivo fijo, que era llegar a la meta. La carrera no era contra el resto de los pilotos, sino contra mí mismo, porque yo me ponía los objetivos", aclaró.
La idea de pensar en el Dakar 2011 es tentadora y ronda en la mente de Bollero. "Claro que me gustaría participar otra vez, pero necesitaría ayuda del Gobierno; es imposible hacerlo de forma particular", sentenció el piloto. La hoja de ruta del festejo estaba lista. Y hacía allí partió. (Especial)
Tercer título
El francés Cyril Despres fue el campeón. Finalizó sexto en la última etapa, que se adjudicó el portugués Ruben Faria. El noruego Pal Anders Ullevalseter terminó segundo en la etapa y ocupó el mismo lugar en la clasificación general, mientras que el chileno Francisco "Chaleco" López Contardo fue tercero. Despres también había ganado las ediciones del Dakar de 2005 y 2007.
Abandonos
La categoría con más inscriptos en el Dakar fue la de motos, ya que 151 máquinas partieron desde Buenos Aires. Sólo 88 pilotos cruzaron la meta. En total se registraron 63 abandonos a lo largo de las 14 exigentes etapas. El especial 3, que unió La Rioja con Fiambalá, fue el más duro para las motos. En esa instancia, 25 máquinas desertaron de la prueba, en un terreno en el que comenzaban las complicaciones a causa de las dunas.
La previa telefónica antes del contacto con el piloto tucumano la hizo Marcos Sena, jefe de prensa del equipo. La espera se prolongó debido al lógico festejo y a que la multitud no liberaba a Bollero. Al piloto lo esperaron en La Rural su padre, Horacio, y su madre, Eugenia, junto con familiares y amigos que llegaron desde Tucumán. Con algunas lágrimas y envuelto en una bandera argentina Bollero saludó a los suyos.
Después llegó el turno de dialogar con LA GACETA. "Fue una etapa linda, muy tranquila", afirmó Bollero, que finalizó 31 en la general. Los últimos 206 kilómetros que unieron Santa Rosa con Buenos Aires no le generaron ninguna complicación al piloto de Los Peraltes Racing Team, ni a su KTM.
Solicitado
El diálogo se detuvo porque Bollero debió lidiar con el personal de seguridad que no dejaba ingresar a sus familiares. Pese al sobresalto nada empañó su buen humor. "Esto es inimaginable; estoy muy satisfecho con lo que logré", explicó el piloto, mientras los gritos de aliento crecían al salir de La Rural.
"Firmé 200.000 autógrafos, en mi vida firmé tanto", reconoció. Luego de arribar a la meta, Bollero sumó otra anécdota, porque además de autografiar un DNI, esta vez lo paró un padre con su bebé para inmortalizar el momento en una fotografía.
Como el ruido del ambiente tapaba la voz del tucumano la charla exigió una pausa, hasta que las cosas se calmaron.
Retomado el contacto, Bollero explicó la receta para lograr el objetivo. "La clave fue la constancia y mantener la cabeza en un objetivo fijo, que era llegar a la meta. La carrera no era contra el resto de los pilotos, sino contra mí mismo, porque yo me ponía los objetivos", aclaró.
La idea de pensar en el Dakar 2011 es tentadora y ronda en la mente de Bollero. "Claro que me gustaría participar otra vez, pero necesitaría ayuda del Gobierno; es imposible hacerlo de forma particular", sentenció el piloto. La hoja de ruta del festejo estaba lista. Y hacía allí partió. (Especial)
Tercer título
El francés Cyril Despres fue el campeón. Finalizó sexto en la última etapa, que se adjudicó el portugués Ruben Faria. El noruego Pal Anders Ullevalseter terminó segundo en la etapa y ocupó el mismo lugar en la clasificación general, mientras que el chileno Francisco "Chaleco" López Contardo fue tercero. Despres también había ganado las ediciones del Dakar de 2005 y 2007.
Abandonos
La categoría con más inscriptos en el Dakar fue la de motos, ya que 151 máquinas partieron desde Buenos Aires. Sólo 88 pilotos cruzaron la meta. En total se registraron 63 abandonos a lo largo de las 14 exigentes etapas. El especial 3, que unió La Rioja con Fiambalá, fue el más duro para las motos. En esa instancia, 25 máquinas desertaron de la prueba, en un terreno en el que comenzaban las complicaciones a causa de las dunas.
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