Intimidades del piloto

- Interminable. Salir del predio de La Rural fue toda una historia. Desde que finalizó los trámites de llegada, Bollero, parte de su equipo y sus familiares tardaron una hora y media para recorrer una cuadra. El tucumano nunca se olvidará de la Avenida del Libertador, ya que allí se apostó la multitud que esperaba capturar un recuerdo de los héroes que arribaron a la meta.

- Asado. Los 20 costillares de cordero patagónico que se asaron en Santa Rosa fueron degustados por los miembros de los equipos y no por los pilotos. Sucede que todos debían madrugar en la última jornada. Por eso, los competidores se privaron del banquete y el resto disfrutó a pleno.

- Lazard. El uruguayo Laurent Lazard fue el gran compañero de Bollero durante el Dakar. Juntos navegaron en varias etapas y se ayudaron mutuamente con consejos durante la prueba. La amistad se generó en Villa Gesell, luego de una competencia. Desde entonces se mantuvieron al tanto de la preparación de cada uno. Lazard finalizó 32º, un puesto por debajo de Bollero.

- Crioterapia. La imagen de Bollero sumergido en una pileta llena de hielo recorrió el país. La idea de Juan Pablo Hilal, preparador físico del piloto, fue elogiada por su par del equipo de Robby Gordon. "La masajista pasó por la carpa, me vio trabajando y me felicitó", reveló Hilal. La terapia a la que se sometió el tucumano le permitió regenerar sus tejidos sin gastar energía y, además, tuvo un efecto analgésico.

- Regreso. Bollero no retornará inmediatamente a Tucumán. Antes de volver deberá cumplir con algunos compromisos comerciales en Buenos Aires y estimó que su regreso se producirá el martes.