A renovar el espíritu

A renovar el espíritu

Por Facundo Pereyra - Redacción LA GACETA.

20 Diciembre 2009
La rebeldía que caracterizó al rock hasta no hace mucho tiempo, se involucró ahora en las instituciones. Denunciar desde el escenario y proponer romper moldes sociales desde una expresión artística no alcanzan para renovar el ímpetu de un movimiento contracultural sumido en las leyes del mercado, que excluye a la gran mayoría, como ocurre en estos días.
Los músicos lograron imponerle una agenda al Estado. El Ente Cultural tuvo que salir a dar respuestas con un ciclo de festivales, buenos pero insuficiente, y el Concejo Deliberante municipal debió reformular su legislación nacida en la dictadura para amoldarla a los tiempos y a las necesidades. No es poco.
El rol político que les cabe como ciudadanos fue aprovechado por los rockeros, que asumieron su responsabilidad como tales y decidieron ejercer la participación directa en la vida democrática.
Es un paso, que deberá ser acompañado por el sector privado, y apuntalado por las mismas bandas, con mejores y mayores propuestas artísticas.
Es cierto, 2009 será en muchos aspectos un año para el olvido. Pero fueron 12 meses bastante moviditos, aunque haya sido abajo de los escenarios. Seguramente, y como dice Spinetta, mañana es mejor.

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