Los encuestadores denunciaron trabas

Römer dijo que la Nación, con su iniciativa, intenta controlar lo que publicarán los medios.

30 Octubre 2009
BUENOS AIRES.- Los titulares de las agencias que realizan tareas de consultoría reaccionaron entre la indignación, las advertencias y la sensación de que nada cambiará demasiado. Así se expresaron cuando conocieron el contenido del artículo del proyecto de ley de reforma política que prohibe a los medios difundir encuestas 15 días antes de las elecciones generales.
"Que exista una etapa de restricción me parece razonable. Pero el plazo de veda para la publicación en la prensa me parece excesivo. Más que prohibir la publicación de encuestas, habría que poner freno a la publicidad encubierta del oficialismo a través de las obras y acciones de Gobierno, asegurarse de que la propaganda oficial no se convierta en publicidad de campaña", advirtió Graciela Römer en www.lanacion.com.ar.
A su turno, Alejandro Catterberg, director de Poliarquía, fue lapidario. "¿cuál es el argumento para no permitir la publicación con tanta antelación?", se preguntó. Y contestó: "si la explicación es que una encuesta pueda influir sobre la decisión del voto, es una relación imposible de probar; con ese argumento tendría que prohibirse la publicación de cualquier informe, de uno económico por ejemplo. La medida es un peligro porque, en el fondo, es contra los medios más que contra las encuestadoras. Es un intento por controlar lo que el medio puede o no publicar", alertó.
A su turno, Manuel Mora y Araujo intentó restarle relevancia a los cambios que pretende el Gobierno. "Son tonteras que no van a tener efectos en la práctica", lanzó. "El hecho de no poder publicar no nos impide seguir haciendo encuestas a pedido de los candidatos. Y si los los dirigentes van a poder ver los estudios, ¿qué sentido tiene ocultárselos a la gente?", se preguntó. Coincidió con Catterberg en que "la gente no se guía por las encuestas a la hora de votar" y afirmó que "eso está demostrado". Mora y Araujo negó que el límite temporal para la difusión de encuestas afecte a las consultoras. "El negocio no está en las encuestas que se hacen para los medios. Las consultoras van a tener otros clientes, como los candidatos", se sinceró.
 El otro punto de la reforma política que afecta a los encuestadores, es la obligación de registrarse en la Justicia Electoral y detallar qué partido les encargó el trabajo y el costo, provocó reacciones dispares. Mora y Araujo planteó que esa imposición es irrelevante porque las consultoras no tienen motivos para guardar secretos. Römer, en cambio, consideró que ese requisito es violatorio de la confidencialidad que, aseguró, la consultora debe mantener respecto de sus clientes. (Especial)

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