MONTEVIDEO.- Diego Maradona y Lionel Messi enfrentan el momento más difícil de su paso por la Selección, con todos los cañones apuntados hacia ellos cuando Argentina juegue hoy contra Uruguay, en la última fecha de las Eliminatorias, su clasificación al Mundial de Sudáfrica 2010. El partido se disputará en el estadio Centenario y será televisado por Fox Sports y por Canal 10.
La presencia del máximo astro y la de su heredero, probable ganador este año del Balón de Oro y del premio al mejor jugador de la FIFA, no alcanzaron para que el equipo albiceleste transitara la clasificación sin estar en cada fecha al borde del infarto. Las críticas hacia uno y otro arrecian en Argentina, pese a que aún cuentan con el favor del hincha, que en el fondo de su corazón no puede ir contra Maradona ni contra Messi, que asumió la bandera argentina en el fútbol europeo para llevarla a lo más alto. Pero una eliminación podría revertir la historia.
Los hinchas no llegan a comprender la dualidad de la "Pulga" goleadora de Barcelona y el Leo que con la Selección no puede desplegar su fútbol. Maradona renovó su fe en él y le garantizó la titularidad en Montevideo.
Diego estuvo a años luz de encontrarse con la conducción del seleccionado en el momento oportuno, ya que Alfio Basile le dejó una herencia que tuvo como parecido a un mansión agobiada por impuestos impagos y fallas enormes de mantenimiento. Pero el problema se hizo más grave desde que apareció Maradona para poner la cara, el pecho y la corona, ya que la gran mayoría de los vecinos sí habían hecho los deberes y quedó en evidencia, directamente en desnudez, tanto su inexperiencia para remontar la obra como su crónica tendencia a rodearse de los partidarios del "sidieguismo".
Por eso el seleccionado está como está, sin una sola línea confiable, ya que el déficit se advierte cuando hay que defender, cuando se debe recuperar y distribuir la pelota, cuando hay que alimentar a los delanteros y, como no podía ser de otro modo, a la hora de resolver. La Argentina de Maradona no ha sido capaz de hacer jugar al menos relativamente a la altura de sus condiciones ni aprovechar a Messi, el mejor o uno de los mejores futbolistas de la actualidad.
Argentina necesita ganar o empatar para asegurarse el último puesto de la clasificación directa a Sudáfrica. Por eso, desde las 19 en Montevideo, el equipo comenzará a darle forma a un partido que alcanzará repercusión en todo el planeta y que dará que hablar no sólo en lo inmediato, una vez que el resultado esté puesto, y haya nuevos héroes y condenados, sino durante varios años. (DyN-DPA)