"La oferta crediticia bancaria no es la adecuada. Pregunto qué banco está dando créditos hipotecarios que sean razonables para la gente; ninguno. Tal es así que toda la gente de clase media o media baja va a buscar al Instituto de la Vivienda. Todavía la plaza financiera no está acorde a las posibilidades reales de la clase media", dijo a LA GACETA el interventor del Instituto Provincial de la Vivienda y Desarrollo Urbano (Ipvdu), Gustavo Durán. "Por ley, nosotros podemos subsidiar capital e intereses, y eso permite que podamos poner una cuota acorde al ingreso de las familias. Pero trabajamos para familias de ingresos de bajos recursos. No tenemos un plan para la clase media, que sea con una cuota que pueda llegar a $ 1.000. Nos está faltando esto. Comenzó a avisorarse algo así el año pasado, con un proyecto muy lindo que tenemos, pero luego vino esta crisis internacional y la iniciativa está por el momento parado", remarcó.
- ¿Quiénes acceden a la vivienda?
- Nuestro target es la gente que gana $ 1.500 a $ 3.000 mensual por grupo familiar. En la plaza financiera piden $ 7.000 por grupo familiar. No por casualidad mantenemos en este momento 10.000 viviendas, y estamos ejecutando otras 10.000. Estas no se van a terminar en los plazos convenidos, pero tampoco hablamos de paralización. Una obra puede demorar 30 días, otra 90 días, pero la experiencia dice que es más importante hacer un plazo de una obra que paralizarla, porque se pierde una gran inversión. Por eso este Gobierno sacó leyes conducentes para poder facultarme a mí a ampliar plazos cuando la necesidad así lo requiera. Si bien la Ley de Obras Públicas que el Estado puede ampliar plazos, pero no estaba muy claro, y por ahí el Tribunal de Cuentas objetaba. En cambio ahora, con una ley que me faculta, hemos salvado varias obras.
- ¿Las exigencias del Ipvdu son razonables o demasiado duras?
- Es sentido común; son totalmente razonables. Tener un grupo familiar constituido es fundamental. Luego, no ser propietarios también es de sentido común. Y después, tener un ingreso en blanco que le permita pagar la cuota.
- ¿El requisito de ingreso en blanco no va contra la necesidad de los sectores menos favorecidos?
- Bueno, pero no podemos regalar la vivienda. Por eso hay programas, como el Promeba, del Banco Mundial, que no cobran cuotas, destinado a sectores indigentes. Hemos usado estas líneas en familias que viven en las orillas de los canales, en El Manantial, en la zona del río Salí, en Alberdi norte, etcétera. A esas personas no les cobramos nada de cuota y le damos la casa. Pero nosotros tenemos que asegurarnos un recupero; no podemos darle la vivienda. De las casas que recién entregamos, hoy están pagando una cuota de $ 390 al mes, y el que se le entregó hace 20 años paga $ 32, una insignificancia. Estamos viendo la posibilidad de poner cuotas mínimas de $ 90 en todas las viviendas.
- ¿El porcentaje de acceso de los sectores populares a las viviendas es menor o mayor ahora que hace cierta cantidad de años, cuando la clase media no demandaba tanto estas casas?
- Cada vez la demanda es mayor y la oferta es menor, en proporción, en todos los sectores. El crecimiento vegetativo de la población supera ampliamente las viviendas que se construyen por año. Hemos construido ya 10.000 viviendas e hicimos 15.000 mejoramientos de casas, con lo cual tenemos 25.000 familias que resolvieron su problema habitacional. Pero el crecimiento vegetativo es mayor que este ritmo.