En el inicio, Gerardo Pisarello, doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, advirtió que su disertación podría sonar provocadora. Cuando terminó la charla que ofreció en la Facultad de Derecho de la UNT, los rostros de quienes asistieron daban cuenta de su acierto. Y es que el especialista evitó entrar en el juego maniqueo de ubicarse a favor o en contra del del proyecto que aprobó el oficialismo para conformar el Consejo Asesor de la Magistratura (CAM). Por encima de esa cuestión, el experto planteó un desafío mayor: la democratización del Poder Judicial.
"Independencia del Poder Judicial... pero, ¿respecto de qué? ¿del poder político, económico, de las mafias?", preguntó Pisarello al iniciar su discurso. Luego habló del rol histórico de los poderes judiciales. "La Revolución inglesa (1648), la Independencia de EEUU (1776) y la Revolución Francesa (1789) son ejemplos de cómo el Poder Judicial fue visto con desconfianza por quienes impulsaron transformaciones democráticas. Y es que los que históricamente integraban estos tribunales provenían de familias conservadoras, cuyos intereses eran contrarios a las nuevas ideas", dijo. En contraste, admitió que el hecho de que representantes de sectores medios tuvieran acceso a los altos tribunales flexibilizó la relación con ciertos procesos de democratización, aclaró que nunca acompañaron estos hasta el final.
"En este contexto cabe preguntar qué tipo de reforma hace falta. No se trata sólo de que tal gobernador no nombre amigos en la Justicia, sino que tampoco lo haga el presidente de un colegio de abogados. Se precisa una agenda más amplia para la democratización de los poderes políticos; un CAM equilibrado puede contribuir, pero vinculado a otras decisiones", sentenció.
A la vez, aclaró que no adhiere a la figura del juez aséptico: "imparcialidad no quiere decir neutralidad desde el punto de vista ideológico". Y cuestionó la figura de "magistrado calificado". "¿Qué significa eso? La Justicia argentina muestra, en general, mujeres ocupando juzgados menores; entonces, ¿el Poder Judicial es confiable para arremeter contra la violencia sexista, por ejemplo?", afirmó.
Los asistentes despidieron con aplausos a Pisarello, pero el debate duró un tiempo más.
La conferencia "Justicia y Gobierno, profundización democrática" fue organizada por la Federación de Entidades Profesionales Universitarias de Tucumán (Feput) y por Abogadas y Abogados del NOA en Derechos Humanos y Estudios Sociales (Andhes), y contó con el auspicio de los colegios de abogados de la capital y del sur. Junto a Pisarello participaron la constitucionalista Carmen Fontán (por parte de los organizadores) y el vicedecano de Derecho, Miguel Marcotullio (en su rol de anfitrión).
Fontán fustigó la iniciativa alperovichista del CAM. Sobre todo, lo que entiende como falta de equilibrio en el organismo y la discrecionalidad del Ejecutivo. Marcotullio dio a Pisarello -titular de la Cátedra de Derecho Constitucional de la Universidad de Barcelona (España)- la bienvenida, de parte de una casa "de la que nunca se fue".