LOS ANGELES, Estados Unidos.- Un coro gospel cantando "We?re going to see the king" dio inicio a la emotiva ceremonia fúnebre para Michael Jackson en la que el mundo musical y miles de admiradores despidieron al "Rey del Pop".
Los hermanos de Jackson llevaron el ataúd decorado con oro al estadio Staples Center, el mismo lugar donde el cantante ensayó el día anterior a su muerte para su gira de retorno. En una de las primeras actuaciones, Mariah Carey cantó el éxito "I?ll Be There" y el cantante Smokey Robinson leyó tributos escritos por el ex presidente sudafricano Nelson Mandela y Diana Ross, íntima amiga del artista.
Stevie Wonder también cantó mientras, atrás de él, una pantalla se llenaba de fotos de Jackson y de testimonios de sus amigos y familiares. "Michael fue la estrella más grande de la tierra", expresó la actriz Queen Latifah, que recibió un caluroso aplauso de los 18.000 fanáticos y amigos presentes en el estadio y en un teatro cercano.
Antes de la majestuosa ceremonia, los parientes y los allegados del cantante habían realizado una despedida privada en un cementerio de Los Angeles. Luego, decenas de admiradores miraron desde puentes cómo la procesión transitó por autopistas liberadas del tránsito, en uno de los eventos más importantes que se vio en la ciudad.
Tan grande como Elvis La Policía había estimado que más de 250.000 personas llenarían las veredas del estadio para rendir su tributo final al cantante de "Thriller". Sin embargo, la concurrencia fue mucho menor a la esperada y muchos fans, aparentemente, se quedaron en sus hogares. La ceremonia, de todos modos, fue transmitida en vivo por las grandes cadenas de televisión, por 37 salas de cine y por la web.
"Esta es una ocasión memorable tan o más grande que la muerte de Elvis Presley", opinó Steve Howard, un residente de California que ganó una entrada en el sorteo on-line que las repartía. La ceremonia se centró en el inmenso archivo musical de Jackson, opacado en los últimos 10 años por un lado más oscuro de su vida, como el juicio de 2005 y su absolución por cargos de abuso sexual infantil.
La Policía, seguridad, guardias y medidas de higiene necesarias para el evento costarán casi U$S 4 millones al Gobierno de Los Angeles. Por eso, el ayuntamiento de la ciudad creó una página de internet en la que pide a los admiradores que hagan donaciones para financiar los costos.
El presidente estadounidense, Barack Obama, afirmó que Jackson es uno de los artistas más grandes de estageneración. El mandatario opinó que el cantante se convirtió en una parte importante de la cultura de su país y que fue alguien que tuvo que lidiar con una gran dosis de tragedia y dificultades en su vida privada. (Reuters-DPA)