20 Abril 2009
“Lo que no aprenden en la escuela no lo aprenden más”, afirmó Nélida Apás, maestra de 3er grado de la Escuela Martha Alcira Saloti, de Villa Mariano Moreno, que tiene el Programa de Inclusión e Igualdad Educativa (PIIE). La docente, que en toda su carrera enseñó en los tres primeros grados, dijo que en las escuelas desfavorecidas se necesitan programas de asistencia pedagógica permanentes; si en la institución no adquirió los conocimientos necesarios para la vida, al alumno le resultará muy difícil lograrlo en otros ámbitos de su realidad; la escuela es el único referente cultural que tiene esa comunidad”, dijo.
“No se trata de dar una clase de Matemática o de Lengua, siempre tenemos que darles un poco más; ellos necesitan nuevas estrategias, y nuevos recursos; el aprendizaje, en muchos casos depende del docente”, opinó.
Apás dijo que prefiere no dar tarea para la casa . “Los cuadernos así como van, vuelven; los padres por lo general no tienen tiempo para mirar las tareas ni ayudar a sus hijos a hacerlas, y ellos solos no pueden. Prefiero que se ejerciten en el aula; de esa manera los puedo atender individualmente y darles una mano para que razonen”, explicó.
Ausentismo
“Si no saben leer difícilmente se instruyan en otra materia. Yo refuerzo la lectura y la redacción todos los días, porque si el chico no comprende lo que lee va a pasar al secundario sin saber interpretar un texto”, agregó. La docente dijo que la principal causa de las dificultades de los alumnos es el ausentismo. “Los niños de sectores sociales en riesgo faltan mucho; sus padres anteponen cualquier circunstancia a la escuela”, dijo.
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