Les gustan los hombres viriles, pero sensibles

Les gustan los hombres viriles, pero sensibles

Las mujeres prefieren amantes equilibrados: que rescaten sus aspectos masculinos a la hora de la conquista y que sepan cuidar su imagen. Un informe multinacional anuncia la llegada de un nuevo modelo: el "neosexual", un ser ni tan delicado ni tan bruto.

FUERTE ATRACCION. A las mujeres les seduce que sus compañeros sean decididos, fogosos y que tomen la iniciativa en el ritual amoroso. FUERTE ATRACCION. A las mujeres les seduce que sus compañeros sean decididos, fogosos y que tomen la iniciativa en el ritual amoroso.
29 Marzo 2009

La panza cervecera... sinónimo del macho argentino. No usa perfume ni va al gimnasio porque sostiene que esa conducta es demasiado metrosexual. Mariela, de 35 años, ya no soporta los argumentos de su esposo, Joaquín, de 37, que en los últimos tiempos ha descuidado su aspecto personal haciendo honor a "su virilidad". Sin embargo, hay algo que esta abogada no desea que su amado cambie jamás: que sea fuerte y decidido, que sepa lo que quiere y lo consiga.
El modelo ideal de hombre parece haber entrado en una etapa de transición, según los expertos. Las mujeres de hoy buscan amantes equilibrados. Se cansaron del metrosexual que sólo quiere mejorar su aspecto. Tampoco quieren tener al lado al retrosexual, que no le presta ningún tipo de atención a su cuerpo y se deja varios días la barba porque esto es símbolo del macho. Ellas rescatan los aspectos rústicos y viriles a la hora de la seducción, pero también les gustan que ellos sean sensibles.

Extremos
"Los extremos no son positivos. No me agrada que mi pareja pase más tiempo que yo frente al espejo, pero tampoco quiero que se convierta en Homero Simpson", exclama, entre risas, Luciana Borquez, de 28 años, y describe las peleas diarias que tiene con su enamorado para encontrar un camino que les guste a los dos. "Está claro que la mujer nunca se puede descuidar. Cuando uno le pide al novio que se arregle es como tirarle abajo su hombría", detalla. Su amiga, Cecilia Robledo, de 29 años, añade que hace unos meses se peleó de su novio porque gastaba demasiado dinero en cosméticos, gimnasios y ropa exclusiva. Otro grupo de amigas de entre 25 y 30 años, mientras desayuna en un bar céntrico, opina que a la mujer actual tampoco le gusta el hombre moderno, arrastrado por la tecnología como modelo de vida, donde todo es rápido e impersonal. "Para una cita, preferimos un llamado telefónico, en vez de un simple y frío mensaje de texto", sostiene Carolina Liz.
Los sentimientos de las tucumanas pueden reflejarse en un estudio multinacional que realizó recientemente una conocida marca de desodorante masculino, y que se publicó en diversos sitios de internet. En el informe se detalla el nacimiento de un nuevo tipo de hombre: el neosexual, un ser que no es tan delicado ni tan bruto. Más bien, la idea del nuevo hombre es una mezcla perfecta entre masculinidad y sensibilidad.
"El neosexual rescata sus raíces más viriles pero que no tiene prohibido lo afectivo. Un hombre síntesis de los modelos anteriores", dice el estudio hecho por sociólogos de diversos países.
El informe describe que, según una encuesta global en la que participaron 2.800 mujeres entre 18 y 35 años, ellas rechazan las conductas que borran las diferencias, no les gusta que ellos tarden más en arreglarse para salir, mucho menos que usen sus productos de belleza. A la vez, las consultadas desean recuperar algunas tradiciones y no resumir todo a las nuevas tecnologías. Recalcan que el hombre no tiene que dejarse llevar por lo que digan sus amigos ni sus padres; debe ser fuerte, decidido y responder a su instinto a la hora del sexo. Especialistas y mujeres consultadas por LA GACETA reconocen que el tucumano es muy conservador y que después de pasar la barrera de los 30 años le cuesta desprenderse del concepto de que si cuidan su imagen pierden la virilidad. Ellas prefieren el hombre arreglado y perfumado, que se mantiene en forma; aunque no les gusta que se depilen, se tiñan el pelo, se hagan cirugías o usen pantalones ajustados. Además, les gustan aquellos que todavía creen en el poder del ramo de rosas y que desafían a su instinto masculino a la hora de la seducción.
La sexóloga Amelia del Suedo Padilla deslizó una hipótesis sobre el fenómeno: "el hombre moderno se construye bajo el esquema del macho protector que predomina en nuestra cultura. A las mujeres sí les gusta este aspecto de ellos, aunque ahora exigen algunos cambios: que cuiden su aspecto personal y sean compañeros y colaboradores".

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