Cientos de chicos no comenzarán las clases mañana porque no inscriben a los repitentes

Cientos de chicos no comenzarán las clases mañana porque no inscriben a los repitentes

En muchos casos, los adolescentes no pueden continuar el secundario porque las escuelas públicas cercanas no tienen vacantes.

MADRES PREOCUPADAS. Más de medio centenar de mujeres fueron al Ministerio de Educación para pedir un asiento para sus hijos en el secundario.  LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO MADRES PREOCUPADAS. Más de medio centenar de mujeres fueron al Ministerio de Educación para pedir un asiento para sus hijos en el secundario. LA GACETA / JORGE OLMOS SGROSSO
04 Marzo 2009

María Luisa Calbi se despertó al alba. Alzó las pocas monedas que había logrado juntar durante la semana y se fue al Ministerio de Educación. "Todo sea para poder darles una buena educación a mis hijos", explica. Ella sabe del rigor de la vida para el que no tiene un título secundario y no quiere lo mismo para los chicos. Sin embargo, dos de ellos -como cientos de adolescentes tucumanos- no comenzarán las clases mañana.
Carlos Leonardo, de 14 años, y Joan Emanuel, de 13, terminaron 7º año en la escuela de La Cañada, en Yerba Buena, que no tiene secundario. "Deberían ir a la escuela de Los Pinos, que está a siete cuadras de mi casa, pero no hay vacantes. Me dicen que van a tener que ir a La Rinconada. Pero no quiero. No tengo plata para el ómnibus. Van a tener que caminar 25 cuadras, cruzar un monte, cruzar una ruta, y como salen a las siete de la tarde van a volver de noche. Eso es muy inseguro", enumera María Luisa, como una letanía.
La mujer es una del más de medio centenar de madres que ayer fue a las oficinas de avenida Sarmiento al 800 para pedir que inscriban a sus hijos en alguna escuela secundaria.

Dependen del azar
La falta de vacantes responde a varios factores. Por un lado, la escasez de escuelas secundarias públicas, ya que los edificios nuevos y las instituciones que se abrieron no resultan suficientes. Por otra parte, tanto los establecimientos públicos como los privados se niegan a inscribir a alumnos que repiten el año, sean de la institución o de otra. A esto se suma que algunas escuelas estatales no anotan a los que no pagan la cooperadora, a pesar de que no es obligatoria. El monto oscila entre $ 50 y $ 80. En algunos colegios privados no inscriben a chicos que adeudan cuotas del año pasado o que no pagaron la matrícula de este año.
Mientras la mayoría de los escolares tucumanos mañana estará cantando el Himno Nacional en el acto de apertura de las clases en sus escuelas, muchos estarán a la espera de que el Gobierno les otorgue un asiento por sorteo en alguna escuela que no conocen, que quizás esté lejos de su barrio, pero a la que deberán acostumbrarse si quieren seguir estudiando.

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Impacto psicológico
Además de concurrir al Ministerio para pedir un asiento, mumerosos padres se comunicaron con LA GACETA para contar sus casos particulares. Todos hicieron hincapié en el impacto psicológico que causa en los chicos la frase "no hay un lugar para vos".
"Este problema muestra por lo menos tres falencias. En primer lugar, la falta de infraestructura. En segundo, el hecho de que los colegios privados y las escuelas públicas no quieren hacerse cargo de sus propios alumnos que quedaron de curso. Si cuentan con gabinetes psicopedagógicos, y están subsidiados por el Estado, tienen obligación de responsabilizarse por la educación de esos chicos. En tercer lugar, falta presupuesto para educación", manifestó la presidenta de la Comisión de Padres, Josefina Ferrer.
La incertidumbre reina en los hogares donde hay chicos sin asiento. Pero, el clima no es de resignación; algunos padres hablan de autoconvocarse. Más humilde, pero no menos fuerte, María Luisa deja el Ministerio afirmando: "voy a hacer lo que sea para que mis hijos vayan a clase donde les corresponde".

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