06 Enero 2009
El Súper Agente 86 enseñó que todo lo que estaba fuera de Control era manejado por Kaos. En Tucumán no está Maxwell Smart, pero sí Alperovich, que quiere manejarlo todo. De repente se desbocó el legislador Pedro Balceda.
Cuando en política algo se sale de control se arma un desbande, se desatan batallas y siempre queda alguien herido. Ricardo Falú se tiró encima a 40 legisladores y renunció como ministro de Gobierno. Esteban Jerez husmeaba por todos lados y dejó de ser fiscal anticorrupción. Renzo Cirnigliaro llegó a hablar de la remuneración en negro de los legisladores y vivió cuatro años de ostracismo.
Cuando Balceda unió la política a la droga se salió de control. Se instaló el caos. Sus colegas -incluido el gobernador- necesitan volver a ponerlo en órbita.
La droga se ha quedado a vivir y todos deberían ayudar a desalojarla. Balceda desnudó que muchos hacen la vista gorda sobre el tema. Es decir que Kaos venció a Control, algo impensado en la serie del Súper Agente 86. La realidad superó la ficción y, cuando eso ocurre, sale a la luz el des-control de la gestión.
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