No piden escuelas nuevas ni asfalto, sino medios para desterrar el paco

No piden escuelas nuevas ni asfalto, sino medios para desterrar el paco

Un grupo de madres armó un proyecto y pide ayuda a las autoridades. Quieren sacar a los "transas" del barrio. Denuncias.

DESESPERADAS. Las madres se unieron para luchar contra las adicciones.  LA GACETA / ANALIA JARAMILLO DESESPERADAS. Las madres se unieron para luchar contra las adicciones. LA GACETA / ANALIA JARAMILLO
28 Diciembre 2008

Son mujeres que lucharon contra la adicción de sus hijos a las drogas y decidieron agruparse. Exigen nuevas soluciones y piden que escuchen su experiencia. A este grupo de madres de la Costanera el paco les explotó en la casa. Dicen que de todas las drogas que usaron sus hijos, esta sustancia fue la peor.
“No hay futuro para nuestros hijos. Están destruidos por el paco. Lo que queremos es que las autoridades nos ayuden a terminar con el consumo de esta sustancia para que nuestros nietos no pasen por lo mismo”, resalta una de las mamás del grupo, que no quiere dar su nombre porque ya fue amenazada por los “transas” (vendedores de drogas).
La iniciativa de las madres surgió hace un año. Primero comenzaron a darles charlas a los chicos sobre los daños que causa el paco. Pero recibieron muchas amenazas de muerte. Entonces, fueron a buscar ayuda a la Justicia, donde se reúnen semanalmente para ayudarse y para buscar soluciones al drama que viven todos los días. La experta en adicciones, María Eugenia Almaraz, coordina los encuentros de estas madres.
El grupo ideó un proyecto a través del cual se busca que aquellos adolescentes que no consumen en el barrio (calculan que un 20%) puedan actuar como líderes y llevar a los demás chicos a rechazar las drogas.
“Pedimos varias audiencias a las autoridades de la Secretaría de Prevención de las Adicciones, pero no obtuvimos respuesta”, explica otra madre, que incluso hizo una huelga de hambre durante tres días frente a la Casa de Gobierno con el objetivo de que la escucharan.
“Todos nuestros hijos son delincuentes por la droga. Ya no sabemos a quién pedir ayuda. Los que hoy tienen entre 13 y 17 años se mueren lentamente. Queremos salvar a los niños antes de que entren al mundo del paco”, implora Nora, una de las mamás.
Según las mujeres, las autoridades y la Policía les dicen que no existe el paco en Tucumán. “Es mentira. La Policía viene semanalmente a recoger plata para no detener a los ‘transas’. Cuando hacemos denuncias nos dicen que si voltean un quiosco de droga después aparecen 10”, denunciaron. “Queremos que saquen a todos los vendendores del barrio. Ellos se adueñaron de la vida de nuestros hijos y los están matando”, exclaman. Las madres de la Costanera describen que los pasillos del barrio son como peatonales copadas por chicos drogados. “Ya no se esconden ni los que venden ni los que consumen. Están todos destrozados”, dicen. Y añaden: “no nos interesa que traigan pavimento o escuelas si aquí no hay futuro”.

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