La Costanera es ahora “la ciudad del paco”

Es como una ciudad con códigos propios. A ambas márgenes del río Salí, en la Costanera, las calles están llenas de adolescentes que deambulan perdidos. Están desnutridos y sufren problemas respiratorios. El paco, el desecho que se obtiene en el proceso de elaboración de la cocaína, causa estragos al 80% de los jóvenes que habitan allí y que consumen la sustancia tóxica.
Los vecinos, los médicos y los expertos que trabajan en el sector advierten que los chicos se están muriendo y que en cada manzana hay cuatro puntos de venta. La luz de alarma se encendió después de que se diagnosticaron en los centros de rehabilitación de adictos de la capital y en el Caps de la zona varios casos de tuberculosis y de desnutrición.
Un grupo de madres de jóvenes de la Costanera, adictos al paco, se unió para hacer frente a la problemática. Pese a haber recibido amenazas de muerte de los "transas" (como llaman a los vendedores de droga), las mujeres no bajan los brazos y exigen a las autoridades que destierren la droga del barrio.
Las madres dicen que el consumo de paco comienza a los 10 años. Afirman que muchos chicos han dejado de estudiar y delinquen para obtener la droga. Se desesperan por conseguirla, y que se comercializa a $ 5 la dosis. Canjean todo lo que tienen a su alcance para obtenerla. Los expertos señalan que se trata de una sustancia psicoactiva altamente nociva ya que causa graves daños en los sistemas nervioso, respiratorio y cardiovascular.